Una simple colilla, un cable de alta tensión, algún campesino quemando rastrojos, un relámpago, cualquiera de estas acciones puede iniciar un fuego dantesco como el que está ardiendo en el Alt Ampurdà. Un fuego del que no me preocupa la masa arbolada de la que vamos más que sobrados, y si las víctimas (4) y la afectación a los agricultores de la zona, los cultivos, los ganaderos. Para ellos este fuego es la ruina. Ahora hablarán de que si el bosque está sucio, que si hay cultivos abandonados, supongo que los del Gobierno dirán que se tomarán medidas (que no se aplicarán nunca) pero el daño ya está hecho y es irreparable.
Le hemos perdido hace tiempo el respeto a la naturaleza y esta de vez en cuando nos recuerda cuáles son sus leyes y cuáles nuestras servidumbres y carencias. El bosque está sucio y los cultivos abandonados, claro, no es rentable ni el bosque ni la tierra, y la culpa es de muchos o quizá de nadie, son otros tiempos y no hay gente en el bosque haciendo carbón, ni campesinos que con los sus cultivos hacen cortafuegos naturales.
No es ni el primero ni el ultimo este incendio. Ha habido y habrá, el progreso se paga caro, muy caro en este caso su peaje, aunque de este peaje no toque ni cinco 'la Caixa', pero estos son otro tipo de incendio devastador sin nadie que les pare que también tenemos que sufrir los catalanes.