El Estado español sigue en puestos de cabeza del dudoso ranking mundial como exportador de armamento. Según el último informe Estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso del año 2016, elaborado por la Secretaria de Estado de Comercio, el valor de las exportaciones se eleva a 4.052 millones de euros, lo que supone un nuevo récord histórico en la exportación de armas españolas. Según el informe, que reseñaba hace unos días el Centro Delàs de Estudios por la Paz, de estas exportaciones se derivan tendencias preocupantes, como la consolidación de Oriente Medio como el mercado prioritario del material armamentístico español. En total, estos países han adquirido armas por valor de 647,97 millones de euros, lo que representa un 16% del total de las exportaciones. Los compradores más destacados han sido Egipto (219,29 millones), Omán (208,28 millones), Arabia Saudí (116,19 millones), Irak (52,69 millones), Emiratos Árabes Unidos (26,74 millones) y Bahrein (19,08 millones).

En segundo lugar, el centro Delàs alerta del incremento de las exportaciones españolas de armamento a países asiáticos, que han adquirido el 10% del total de las exportaciones. Países como Malasia, Kazajstán, Tailandia, India, Corea del Sur, Filipinas, Pakistán, Singapur y Vietnam. Especialmente preocupantes, para el centro. son las adquisiciones realizadas por Corea del Sur, país donde se destinan el 27% de las autorizaciones de exportación totales.
El Centro Delàs atribuye la expansión de este mercado a la alta conflictividad geopolítica del continente ya factores como el lanzamiento reiterado de misiles por parte de Corea del Norte, que está generando una escalada militar hacia el conflicto entre las dos Coreas y al aumento del gasto militar de China, que está modernizando su arsenal. En este último caso, el centro Delàs alerta que la escalada china provoca una carrera armamentística en países vecinos como India, Japón, Vietnam o Filipinas, que incrementan su presupuesto de defensa.

El oportunismo de negocio del gobierno español

Jordi Calvo, coordinador del Centro Delàs, se muestra muy crítico con el papel de la JIMDUU, el organismo estatal encargado de autorizar estas exportaciones y destaca la opacidad como práctica constante de este órgano, ya que parte de sus resoluciones y actos son secretas. Sin embargo, apunta a que no se conocen las empresas detrás de estas exportaciones, "pero se intuye que se encuentran las principales empresas del oligopolio de industrias militares de España, como Navantia o Airbus".

El informe de Delàs también considera que la situación de inestabilidad que se vive en la región -con el apoyo de países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos hacia grupos insurgentes que combaten en el conflicto armado sirio o como parte de la coalición militar que está interviniendo en el Yemen- permite considerar ilegales estas exportaciones. También hace mención a las ventas hacia Irak como instrumento de intervención militar. Con el argumento de favorecer la lucha contra el Estado Islámico ha contribuido al rearme de Irak y las exportaciones de armas hacia ese país llegaron, en 2016, a 52,69 millones de euros (85 , 42 millones en 2015).

Según el análisis del Centro Delàs, "la probabilidad de que estas armas exportadas y las que se compraron en años anteriores estén siendo utilizadas en los bombardeos a ciudades kurdas, sirias, iraquíes o yemeníes es muy alta". Sin embargo, añaden que estas armas "pueden haber contribuido a provocar el desplazamiento masivo de ciudadanos y la actual crisis humanitaria de refugiados".

La misma legislación española y europea sobre comercio de armas prohíbe explícitamente la exportación hacia países que puedan utilizar las armas para la represión interna, para alimentar conflictos en la región o violar los derechos humanos. Pero, ¿qué se puede hacer ante las reiteradas omisiones de la aplicación de la ley española y europea? Calvo destaca que se trata de una problemática que se da en la mayoría de países exportadores, no exclusivamente de España. Y destaca que una posible medida podría ser sacar del espacio gubernamental la capacidad de decisión y aprobación de estas exportaciones a menudo decisiones políticas- y someterlas a un mayor control y seguimiento parlamentario. De esta manera, el gobierno se vería obligado a ser más transparente y aumentaría la dificultad para operar. En este sentido, el investigador ha querido destacar el boom en el crecimiento de las autorizaciones de ventas de armamento desde el año 2012, momento en que el ex ministro de defensa Pedro Morenés ocupaba el cargo. Morenés tenía una larga experiencia y trayectoria en el sector de empresas armamentísticas y había ocupado cargos directivos en empresas como Instalaza, fabricante de material militar de infantería y de las ilegalizadas bombas de racimo. Jordi Calvo, del Centro Delàs, destaca el boom en el crecimiento de las autorizaciones de ventas de armamento desde el año 2012, momento en que el ex ministro de defensa Pedro Morenas ocupaba el cargo. Calvo también destaca el papel de la sociedad civil como herramienta de presión, denuncia y fiscalización de las actuaciones del gobierno. "Ya sea por razones electorales, cálculos políticos o de imagen, la presión ejercida los último año desde todos los frentes contra la venta de armas a Arabia Saudi ha tenido un efecto, como se observa en la disminución de exportaciones hacia a este país en el último año "apunta. Finalmente, como destaca el informe, el control de las exportaciones de armas es un reto político y humanitario. "De ninguna manera es aceptable que las armas españolas sean utilizadas como una herramienta de política exterior y, aún más, si esto supone provocar violencia y daños irreversibles sobre la vida de millones de personas". DIRECTA.CAT