De todo el abundante anecdotario de la jornada electoral del domingo, el lugar más destacado lo ocupa la presidenta de la mesa electoral de la población mallorquina de Inca, que, a las diez de la mañana, apenas hacía una hora que habían empezado las votaciones, anunció a sus dos compañeros de mesa que se iba a tomar un café. Pasaban los minutos y la mujer no volvía. Apresurados porque el trabajo se acumulaba, los otros dos miembros de la mesa empezaron a llamarlo. Pero no descolgaba.

Agentes de la policía local fueron hasta su casa. Les abrieron la puerta unos familiares suyos. Los familiares explicaron que le habían visto, que había hecho un café y que se había vuelto a ir. La Guardia Civil inició una investigación para determinar por qué la mujer abandonó la mesa electoral. Si la causa no estuviera justificada, podría incurrir en un delito por abandono, que puede llegar a comportar un año de prisión. Por el momento, no hay ninguna novedad en la investigación. De hecho, ya se sabe que cuando la gente va a tomar un café o comprar tabaco es abducida y no se la vuelve a ver nunca más. El problema radica en que ahora mucha gente no fuma. Pero todavía hay quien mantiene sus esencias. En Asturias, en Avilés, un vocal de la mesa del barrio de Llaranes llegó a la hora acordada. Le dieron el sobre con los 70 euros que le correspondían para desempeñar sus funciones. Al cabo de un rato anunció que salía a dar un cigarrillo, y no volvieron a verlo en todo el día. La policía fue a su casa, pero nadie abrió la puerta. Claro, le habían abducido como a la señora de Inca.

En el municipio cántabro de Solares, la mesa electoral la han integrado tres religiosas de la congregación de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que han ejercido su labor con sus hábitos, los mismos con los que sus compañeras de convento han votado. Aquí estamos frente a un clásico, claro que suelen ser las imágenes de monjas que votan y no presidiendo una mesa electoral.

En Valladolid, su alcalde, el socialista Óscar Puente, ha tenido que esperar varios minutos en la calle hasta que le han llevado el DNI que se había dejado olvidado en casa, mientras que los habitantes de Rapariegos (Segovia) cerraron el colegio una hora y media más tarde debido a que en las papeletas del PSOE aparecía un candidato más. En el colegio electoral de Setecoros, en Valga, Pontevedra, una cabra se ha colado hasta en dos ocasiones. El animal ha causado una gran sorpresa entre los presentes que han inmortalizado a la imagen. La instantánea ha recorrido las redes sociales y es una de las imágenes de la mañana. El animal entró, incluso en dos ocasiones, quizás con la intención de participar en la fiesta joder de la democracia. Fue la anécdota de una jornada electoral que, por otra parte, se mantiene sin demasiadas incidencias.

Dicho esto, la madre de todas las anécdotas es la cara que se le quedó a Àngels Barceló al enterarse ayer por la mañana de que Pedro Sánchez había decidido adelantar las elecciones generales al 23 de Julio.