Científico computacional, inventor pionero , futurista, gran profeta de la inteligencia artificial... Ray Kurzweil (Nueva York, 1948), investigador principal y visionario de la IA en Google, escribió hace 20 años: La singularidad está cerca. Entonces parecía poco probable, pero hoy el panorama es muy distinto. Ahora publica La singularidad está más cerca (Deusto), y mantiene que en cuatro años la IA superará a la mente humana y en el 2045 expandirá nuestra inteligencia un millón de veces al conectar los cerebros a la nube. Ya predijo que los móviles responderían preguntas y ahora habla de una revolución. Y de peligros. Kurzweil ha respondido a un cuestionario de La Vanguardia .
“Al conectarnos a la nube nuestra inteligencia se multiplicará un millón de veces”
Hoy para algunos la IA es un loro estocástico y para otros el comienzo de una nueva consciencia universal. ¿Qué puede alcanzar?
En 1983 comencé a rastrear la relación precio-rendimiento de la computación: crecía exponencialmente. En 1939, la mejor computadora realizaba 0,000007 cálculos por segundo por dólar constante. Hoy, el chip Nvidia B200 realiza medio billón por segundo por dólar constante. ¡75 cuatrillones de veces más! En 1999, con esos datos predije que las computadoras alcanzarían la inteligencia humana en el 2029. La Universidad de Stanford estaba tan alarmada que montó una conferencia de expertos en IA. El 80% pensó que llevaría cien años. Hoy algunos dicen que sucederá antes.
¿Qué ha pasado?
Los grandes modelos de lenguaje como ChatGPT y Gemini pueden responder cualquier pregunta con elocuencia en segundos. Codificar, crear imágenes y películas basadas en nuestras palabras. Subí mi último libro a Gemini y en segundos creó un podcast realista con dos presentadores que parecían humanos que lo analizaron. Fue entretenido e inteligente. Y los grandes modelos de lenguaje ahora tienen comprensión multimodal. Puedes mostrarles una foto de globos atados a una roca y preguntar qué sucede si cortas las cuerdas. Dan la respuesta correcta. Van mucho más allá de predecir patrones. Deberían llamarse grandes modelos de eventos. Son excelentes con el lenguaje, pero también se aplican a todo lo que nos importa: medicina, energía... Están a punto de transformar el mundo físico.
¿Inmortalidad?
“Con la IA, en breve podremos recuperar un año de vida por cada año vivido, y luego más”
¿Serán conscientes?
La cuestión de la consciencia es filosófica. No hay forma científica de demostrarla. Damos por sentado que nuestros amigos humanos son conscientes. ¿Y los ratones? Es debatible. Cuando la IA supere la inteligencia humana, actuará como si fuera consciente. Nos fusionaremos y nos convertiremos en uno. Por tanto, la trataremos como si fuera consciente.
¿Deberíamos temer a una inteligencia superior?
Algunos piensan que competimos con la IA por la supervivencia. No estoy de acuerdo. Es una herramienta para ir más allá de nuestras limitaciones biológicas. Debemos entrenarla para asegurar que sus acciones se alineen con los valores humanos. Las grandes tecnológicas tienen incentivos financieros para crear una IA segura. Los pequeños modelos de IA de empresas anónimas en países no democráticos, no. Es esencial que las naciones democráticas impulsen la IA para protegernos de la IA de actores maliciosos.
¿Cómo imagina el momento de la conexión entre cerebro e IA?
Viviremos una revolución en nanotecnología a inicios de la década. Podremos manipular robots del tamaño de moléculas para que naden en nuestra sangre. Nanobots que se introducirán en nuestro cerebro de forma no invasiva y conectarán el neocórtex a la nube. Nuestra inteligencia se multiplicará por un millón: seremos más inteligentes, divertidos, creativos e innovadores. Es la singularidad y ocurrirá en el 2045. Desbloquearemos nuevos niveles de consciencia, podremos elegir y cambiar la apariencia física, hablar todos los idiomas y visualizar formas en 11 dimensiones. La vida humana cambiará para siempre.
¿Y nuestras identidades?
Conectar nuestros cerebros a la nube será una transición gradual. Piense en tener su teléfono en el cerebro. Si hace una pregunta, su cerebro buscará la respuesta en la nube y aparecerá en él como si fuera parte de usted. A medida que nos fusionamos con la nube, nuestra capacidad para procesar información se expandirá. Desarrollaremos emociones y características de mayor complejidad, expresaremos mejor sentimientos amorosos. Para algunos, eso nos hará más parecidos a Dios, pero serán solo nuestras capacidades expandiendo quienes somos.
Dice que podríamos vivir más de 120 años. ¿No es la mortalidad parte de la condición humana?
Una vez que tengamos inteligencia artificial general a finales de la década, los avances médicos se acelerarán. Si eres diligente, probablemente alcances la velocidad de escape de la longevidad. En ese caso, recuperarás un año entero de vida gracias al progreso científico a medida que vivas un año. Y más allá de ese punto, recuperarás más de un año gracias al progreso científico a medida que vivas un año. En salud, estarás retrocediendo en el tiempo. Algunas personas dicen que no quieren vivir más de 100 años, pero me gustaría que lo dijeran cuando los tengan. Nos hemos convencido de que la muerte es algo bueno y da sentido a la vida, pero si padecemos una enfermedad mortal, nos desesperamos por una cura. Ante la disyuntiva, la gente elige vivir.
Dice que tendremos replicantes de seres queridos muertos.
Podemos usar los datos que generamos para entrenar sistemas de IA que nos repliquen. Los replicantes no son resurrecciones de los fallecidos, pero pueden ayudar a los seres queridos a compartir recuerdos preciados y sanar. Hace años recopilé lo que mi padre había escrito, incluso cartas de amor, apuntes y reflexiones personales, y lo incorporé a una IA de Google, Talk To Books. Mi hija habló con ese replicante primitivo y conoció a mi padre y llegó a quererlo. Y a medida que aumente nuestra capacidad para recopilar nuestros datos biológicos, podremos crear replicantes indistinguibles de los humanos
¿Qué pasará con sociedades sin trabajo?
La tasa de deflación de la tecnología de la información es del 50% anual. A medida que la IA se integre en el diseño y producción de todos los productos y servicios, el costo de todo disminuirá. En la próxima década será fácil satisfacer las necesidades básicas de una familia. A medida que la IA asuma habilidades, se dará más valor a la innovación y el emprendimiento. Dedicaremos menos tiempo al trabajo y más a nuestras pasiones. En esta transición, programas gubernamentales como la renta básica universal ayudarán a mantener una calidad de vida estable.
¿Es optimista?
Las amenazas de la IA son reales, pero impulsa mejoras en todos los ámbitos. Hay que ser optimista para emprender. Si supieras los problemas que te encontrarás, nunca emprenderías. El optimismo no es una especulación vana; es una profecía autocumplida. - Justo Barranco
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