He descubierto una flagrante 'contradictio in terminis', un oximoron, o para no ir de falso erudito, una flagrante diferencia entre dos personas brillantes, cada una en su terreno.

Decia Paul Erdös: que cuando un matemàtico no tenia suficiente imaginación siempre se podia dedicar a escribir poesia o jugar al ajedrez, considerando que el matemàtico tenia el màximo estado de conciencia de la capacidad de imaginar y crear de una persona mediante los números.

Decía Joan Fuster: Los matemáticos son una especie de poetas fraudulentos que, de hecho, intentan la ùnica poesía posible.

Uno de los dos estaba equivocado, o quizás ambos.