💬El nivel de ansiedad para ver si lo que escribiste hace 10 minutos resiste las últimas 'breaking news' empieza a ser insoportable - Xavier Sardà

En definitiva, mociones de censura que no prosperan. Un Parlament con magia Borràs porque igual no hay Govern. Ciudadanos que no sabemos si llega a Semana Santa. Ignoramos si en Madrid habrá elecciones, moción de censura o el sursum corda. En Castilla y León el PSOE pide la atención de Arrimadas, que no sabe/no contesta. Rumores de moción de censura en Andalucía, pero Susana Díaz dice que no sabe nada, o sea que igual sí. No sabemos lo que dirán Rajoy y Aznar como testigos de Jehová en el juicio de la 'caja b'. No sabemos qué le dijeron a Messi en París, con tanto arrumaco y frasecillas al oído después de su maravilloso penalti fallido. No sabemos si probarán las vacunas chungas de AstraZeneca con las infantas para rematar la faena. 
A este paso, los periódicos nos van a dar a los periodistas una 'app' para actualizar nuestras columnas en tiempo real. Cualquier cosa para evitar el ridículo. El nivel de ansiedad para ver si lo que escribiste hace 10 minutos resiste las últimas 'breaking news' empieza a ser insoportable. Creo que todo es culpa de las plataformas que te dejan ver una serie entera de un tirón. La sobredosis de quiebros de guion sin la vieja dosificación semanal está provocando una enorme congoja al no poder anticipar lo que va a pasar en los próximos tres minutos. 
La escena de la diputada de Ciudadanos en Murcia que formó parte del comité negociador para cargarse al PP, pactando luego su pase al PP, sería reservada sin duda para la típica escena final de la primera temporada y no servida en el segundo capítulo. Incluso en 'House of Cards'. Si ustedes también padecen estas tribulaciones, les recomiendo otra serie cuyos capítulos son tan clásicos y predecibles como los culebrones. Los protagonistas aparentan discrepar y se pelean mucho entre sí. Hay infidelidades, insultos, ataques, libros que escriben unos contra otros, pero al final siempre triunfa el amor. La serie es tan 'casolanamente' predecible que no hace ni falta que les diga el título ni el canal donde verla.
El principio de la navaja de Ockham se ha utilizado en economía, en lingüística, en biología y hasta en música. Deberíamos aplicarlo a la política: "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable". En el fondo no son más que guerras de poder y todo aquello de que hay de lo mío. Todo ese sarao son guerras de poder, es política, es economía... y todo para seguir ocupando sillones con sus correspondientes y generosos sueldos. Le llaman política, pero es compadreo.