El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha cargado este sábado contra el ejecutivo de Salvador Illa, al que acusa de estar "cargado de altos cargos que han expresado odio a la identidad nacional, la lengua que hablan y los deseos de libertad de gran parte de la sociedad catalana". A juicio del dirigente de Junts, el actual Govern "no puede ser un gobierno para todos los catalanes", por mucho que lo diga el presidente, ha opinado en un apunte en la red social X. Mientras, la peculiar portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, denunciaba preventivamente que, en caso de que el candidato del PSC, Salvador Illa, consiguiera los apoyos para ser presidente de la Generalitat (como así fue), lo sería con la agenda más independentista de todos los presidentes de la Generalitat durante la democracia”,  incluyendo Carles Puigdemont y Quim Torra. Mientras tanto, Isabel Ayuso hablaba anteayer de golpe de estado. La presidenta de la Comunidad de Madrid que no para en su empeño de embestir contra al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha lanzado graves acusaciones contra él. Le ha culpado de preparar un golpe de estado contra el rey Felipe VI para instaurar una República y de querer "meter en prisión" a los partidos de la oposición, "como en Nicaragua". "Se ha convertido en Le Pen de la izquierda europea", aseveró. Ayuso ha llevado a cabo una curiosa reflexión sobre Franco. Durante la conversación, la lideresa también ha tenido tiempo para cargar Yolanda Díaz, titular de Trabajo, por la escena que protagonizó hace una semana tras retirar al dictador Francisco Franco la Medalla al Mérito en el Trabajo y en la que se le vio claramente emocionada. "Ver a la ministra Díaz llorando por quitar a Franco la medalla del trabajo es patético", ha afirmado antes de dejar una curiosa reflexión. "Ya le han sacado en helicóptero, ya está todo roto, ¿qué más quieren?", ha dicho en referencia a la exhumación del Valle de los Caídos.  
Ni tan siquiera vale la pena comentar que opinan ERC, la CUP o los comunes. El resultado de este desvarío es que tenemos todos los datos y una conclusión:  aquí y ahora, hay demasiada gente de pocas luces que desbarra demasiado. Pero que se puede esperar dado el nivel mental e intelectual de la clase política que nos ha tocado sufrir. Están locos estos políticos españoles y españolas.