SALDREMOS DE ESTA

Hace ya días que nuestra hija nos llevó mascarillas, poco las necesitábamos, al no ir a lugares públicos, ni en transporte público, solo las usábamos para ir al Super o el Mercado, donde ahora son obligatorias, claro que también te hacen poner guantes o bolsas de plástico que si que son molestas y una inutilidad, pués se ha comprobado fehacientemente que el virus sólo infecta y circula por el aire, al menos por el momento hasta que nos lo informen de otro modo.

Ahora resulta que son obligatorias incluso en la calle. No lo han conseguido los científicos, lo ha conseguido la presión social. Cada día le preguntaban al doctor Simón si era obligatorio llevar la mascarilla y cada día respondía que era muy recomendable pero que lo importante era mantener la distancia social.  -Este concepto de distancia social no lo acabo de entender, no sería mejor hablar de distancia física -. El doctor Simón alegaba que no era sencillo implantar una medida ya que había personas que por razones médicas no toleraban el uso de la mascarilla, aunque también reconoció que no habían implementado la medida ya que no había mascarillas para todos, pero esto era igual, la presión social de la acojonamienta pedía mascarillas a tutiplén y guantes a raudales.

Cierto es que el uso obligatorio de mascarillas por la calle hará que mucha gente se sienta más tranquila y protegida, son aquellos que cuando te cruzas con ellos por la acera se apartan ligeramente y se llevan discretamente la mano a la mascarilla. Dicho esto, a mí, que el Gobierno de España, como dice Homero Buch, decida que me la tengo que poner para salir a la calle, no en un local público, no en un concierto multitudinario al aire libre , no en un partido de fútbol, ​​sino en la calle, al aire libre, me hace sentir mucho más frágil y indefenso, sobre todo cuando ya sabemos que al aire libre es muy difícil infectarse.

No he visto, al menos en mi entorno urbano, un excesivo interés de la policía para detener a la gente para ver si la llevan o no, una gente que, obviamente lleva los horarios de salida un poco a su aire, faltaría más, y yo el primero, claro, si ellos no tienen sentido común, la tenemos que poner nosotros, y cierto es también que a partir de este lunes ha habido una sensación de una cierta relajación, y ves por la calle bastante gente sin mascarilla, sobre todo de 10 a 12, la hora de los mayores de 70 años, y no veas de 6 a 8 con la excusa de que se hace deporte, aquí la ausencia es generalizada, y es que la ciudadanía a veces es más sabía o imprudente de lo que creen. No toda, veáse sino el bullicioso del cumpleaños de Lleida con 20 infectados. 

En fin, que como dice Arnau Tordera de Obeses, saldremos de esta, claro que él se refiere en su pieza musical a la cosa adormecida del procés, significa pues que de una cosa y de la otra saldremos como podremos y con unas cuantas heridas de más.