Ni eran tres, ni eran reyes, ni eran uno rubio otro blanco y el otro negro. Ni había estrella, ni había nada, y posiblemente ni siquiera estaba el niño Jesús recién nacido. He aquí el tinglado de la antigua farsa. La noche más mágica del año - dicen - y es todo una azucarada y cristiana mentira.

Son raros los homínidos. Muy raros.