"¿Tiene sentido que un enfermo crónico viva gratis del sistema?". La pregunta se la hizo en un acto público a mediados de enero Patricia Flores, viceconsejera de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid. También advirtió que "no podemos comer todo el pastel de un bocado o nos empacharemos", en referencia a la necesidad de estratificar correctamente a los pacientes según su condición clínica. Asimismo, criticó que actualmente, "cuando un paciente necesita atención domiciliaria o institucional, el sistema se incorpora a su ritmo de vida, y es el usuario el que debe incorporarse al sistema". Fuentes de la Consejeria de Sanidad indicaron que lo que la viceconsejera quería decir en realidad con sus palabras es que hay pacientes crónicos que, por su estado, pueden ser mejor atendidos en una residencia que en un hospital de agudos.
Tiene razón la viceconsejera, los enfermos crónicos son unos cantamañanas que quieren que los cuiden y además bien. Lo que deberían hacer - según la viceconsejera - es, o curarse o espabilarse por su cuenta, pero no hacer gastar dinero a la administración que no tiene un euro y estos enfermos se ve le molestan. Si es que son unos cantamañanas, todo ello por una enfermedad crónica de nada que les hará ilusión tenerla.
En Esparta a los que no eran aptos para luchar los tiraban por un barranco, y los Nazis gaseaban a quienes sobraban (solían ser judios y gitanos), mientras que en el mundo feliz a partir de los 70 años a los mayores les trasladaban a unas residencias donde poco a poco iban desapareciendo.
Esperemos que la viceconsejera Patricia Flores no sea muy leída e ignore estas decisiones drásticas, pues me parece que el siguiente paso a aplicar sería algo similar a alguno de los explicados. Los enfermos crónicos deben estar muy satisfechos con la viceconsejera, deben a cordarse de su madre a cada minuto.
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Hay gente que cuando abre la boca para decir tonterias deberían entrarle montones de moscas.
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