"En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia."

*

Como en el poema de Jaime Gil de Biedma, así me he sentido durante la semana que he estado en Lanzarote: y es que se está muy bien sin hacer gran cosa, pensar poco y pasear por pasear, sin prisas de ningún tipo aunque sea para ir a cenar, ni comidas de coco al uso que a menudo tampoco llevan a ninguna parte. Leer, lo dejé para la vuelta que ya he explicado fue larga, y la estancia ya la había abonado. He vivido como un noble no diré que arruinado pero si justito y España continúa igual de ineficiente como la describía Gil de Biedma (me temo es un estado ya congénito) y reencontrarme con la realidad, jodido, al menos ayer lunes que se me hizo francamente largo y pesado.

Decía mi sobrina cuando era pequeña al preguntarle que quería ser de mayor, que lo que a ella le apetecía era ser TURISTA, lo cual no me parece nada mal, de hecho hay gente en la vida que ya nace con el "todo incluido" en la muñeca, aúnque yo no soy de esos.