Hace más o menos veinte años, teníamos a los sabihondos de la Generalitat de Catalunya muy preocupados, el senglar, el porc senglar (el jabalí) se estaba extinguiendo y habia que repoblar para evitar su extinción. Pusieron en marcha un plan, pero no debieron calcular muy bién, o quizás el Conseller de turno no habia visto un jabalí en su vida ni sabia como se reproducían. La cuestión es que se pasarón al repoblar y el resultado es que 20 años más tarde les salen los jabalies por las orejas, y como en Collserola e incluso en zonas habitadas hay muchos, han decidido (otros sabihondos) dejar que los cacen con arco y flecha, tanto los arqueros profesionales como los aficionados.

Surrealista de principio a fin, la història nos indica el nivel de estulticia de la clase dirigente. Però como en el fondo no es más que una noticia menor, se puede tratar con ironia como hizo Monzó en la Vanguardia pidiendo que el ayuntamiento creara un nuevo servicio de alquiler de arcos y flechas como el bicing: "el fleching", o con la mala leche y bilis de Alfonso Ussia. Este señorito tiene una obsesión enfermiza contra los nacionalistas (los suyos no, claro) y por ende a Catalunya, y aprovecha la más mínima oportunidad para vomitar su bilis, y si es cierto que el hombre tiene grácia, por més que use y abuse de ese gracejo, se pasa tres pueblos a menudo. "De porc i de senyor se n'ha de venir de mena", y Ussia de señor no tiene nada...

Y el otro, el defenestrado de la Cope, Fedeguico también ha vomitado lo suyo, otro con la síndrome de Xenius que primero dispara i després apunta y sempre contra Catalunya. De todos modos tiene razón Alfonso Ussia, "España está atiborrada de cochinos" però se le ha olvidado decir donde están y no es en Catalunya, que aqui engordamos los de los Holandeses.


A todo esto, todos estos comentarios se han ido al traste. El Excelentísimo y reverendísimo Ayuntamiento de la Ciudad Condal ha decido eliminar lo de los arcos y las flechas. La culpa de todo, por supuesto, es de Duchamp.