Hay un no turismo, que aumenta con el buen tiempo. En casos como este, uno, consciente que no puede hacer nada, siente una profunda rabia, rabia y a la vez impotencia. Compasión no, no se trata de compadecer, se trata de evitar que el Mediterráneo sea la tumba de tantos desvalidos que se juegan la vida huyendo del horror o la miseria de su país, lo que no saben es que aquí no hay perros ni longanizas, però si tres baguettes a 1 euro.
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