PASEAR LA PERDIZ


Compañeros y compañeras, miembros y miembras que os pasáis por este humilde, modesto y sencillo blog. En más de una ocasión habréis escuchado o incluso empleado la expresión: marear la perdiz, muy nuestra por cierto. Pero ayer tarde, aprovechando que tenía al casi centenario haciendo la siesta, salí con la bicicleta y me encontré a este señor de la foto que llevaba a pasear a Pitu. Hasta aquí muy bien, hay mucha gente incluso aunque no sea en el parque de la Clota en Can Puiggener, que lleva a su mascota a pasear, si no fuera ..... que Pitu es una perdiz.
Cuando les he visto venir paseando a los dos, me he dicho a mí mismo, o sea yo, yo mismo, no puede ser: ¿es un avión?, ¿es Superman?, no! es una perdiz, sólo le faltaba llevar la vanguardia bajo el brazo como en el chiste de Eugenio.



El hombre me ha explicado que a Pitu se lo dieron sus sobrinos y que ahora tiene diez meses y que cada día por la tarde lo lleva a pasear, no a su lado, pero si siempre cerca de él, sin escaparse. En casa dice que siempre lo tiene suelto que no se escapa. Pitu se ha encaprichado de los cordones de mis zapatillas, pero ya podéis ver que no se hace nada el extraño.


Un poco más arriba, ya en los alrededores de Can Puiggener, el maestro Duquende, hacía volar esta cometa que parecía un pájaro, o sea lo más parecido a un avión, por cierto que hacía volar la cometa con una caña de pescar soltando el hilo (me parece se llama sedal en castellano). A Duquende no lo he querido retratar, no llevaba el sombrero que últimamente le acompaña y sin él no es lo mismo, pero si os apetece le podéis escuchar.

Hay cosas que sólo pueden pasar en Can Puiggener.

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