Especialistas japoneses sugieren una nueva hipótesis sobre el origen de la Luna, según la cual un cuerpo celeste sólido colisionó contra la Tierra cuando aún estaba cubierta de magma caliente, desencadenando una eyección que derivó en la formación de la mayor parte del cuerpo de la Luna, según el estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
La hipótesis general sostiene que el sistema Tierra-Luna se formó como resultado de un gran impacto, cuando un cuerpo celeste del tamaño de Marte colisionó con la Tierra y el material desalojado por el choque formó la base de nuestro satélite. Las simulaciones de hipótesis por ordenador mostraron que la mayor parte de la Luna se habría formado con restos del objeto sólido que se topó con la Tierra. Sin embargo, el análisis de las rocas traídas de nuestro satélite durante las misiones de Apollo mostró que la mayor parte de la Luna está formada por material de nuestro planeta.
La hipótesis general sostiene que el sistema Tierra-Luna se formó como resultado de un gran impacto, cuando un cuerpo celeste del tamaño de Marte colisionó con la Tierra y el material desalojado por el choque formó la base de nuestro satélite. Las simulaciones de hipótesis por ordenador mostraron que la mayor parte de la Luna se habría formado con restos del objeto sólido que se topó con la Tierra. Sin embargo, el análisis de las rocas traídas de nuestro satélite durante las misiones de Apollo mostró que la mayor parte de la Luna está formada por material de nuestro planeta.
Y Hans Hörbiger tenía razón, esta luna es hija de la tierra, han descubierto y confirmado últimamente, y es la cuarta, la que acabó con los dinosaurios. Tan denostado que fue Hörbiger, en algunos casos por méritos propios, pero su teoría de las cuatro lunas queda reforzada por los últimos descubrimientos. Ojo pues, que ya sabemos del mal que hemos de morir, aunque la cosa va para largo.
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