La Junta Electoral de Manresa ha prohibido la fiesta de gigantes y cabezudos que debía celebrarse este 10-N en Sant Joan de Vilatorrada, en el Bages. El motivo es que el órgano considera que el acto podría "interferir en la jornada electoral". Se trata de un encuentro que el grupo de gigantes del municipio, integrada por la Sociedad Coral y Recreativa La Verbena, celebra cada año. En esta edición, la 37ª, se preveía reunirse 9 grupos de otros puntos de Cataluña y una de Menorca. El acto estaba previsto desde media mañana hasta las doce y media del mediodía.
La Junta Electoral no es un ente como es debido, por lo menos, es un ente represor y arbitrario, a no ser que en los ojos de los gigantes haya visto miradas de odio como no se habían visto nunca, que luego se podría entender la prohibición. No creo hayan prohibido también los cabezudos al ser de su especie y no creo que se atrevan a hacerlo.
Las arbitrariedades prevaricadoras de la Junta Electoral en general se acercan más a un Tribunal de orden Público que a un ente objetivo. ¿Quién juzga a los jueces? nos preguntamos a menudo, y en este caso me pregunto ¿quién juzga a la Junta Electoral?, que más que el bien lo que hace es el mal.
Es posible que también la controle el Gobierno, como los Fiscales del Estado, aunque Pedro Sánchez posteriormente lo desmintiera o desmintiese diciendo que no se había explicado bien. Hay que tener en cuenta que en Madrid lo que ha preocupado a los medios en general y a sus rivales políticos, no es el hecho de que controlase la Fiscalía, sino que dijera que lo hacía.
Debería recordar el Sr. Sánchez la anécdota de Margaret Thatcher al ser preguntada sobre el asesinato de unos activistas del IRA en Gibraltar; en sesión Parlamentaria la acusaron de que habían sido los servicios secretos británicos, la SAS, a lo que Tatcher i pertérrita contestó: el Gobierno de Su Majestad Británica no tiene servicios secretos y si tiene no lo sabe, pues son secretos. Y ahí se acabó la interpelación parlamentaria.
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