PRECOGS EN LA CHINA


Precogs en la China. Una inquietante alianza entre la concienzuda acumulación de datos, y la inteligencia artificial, conduce a detenciones preventivas en Xinjiang, la provincia de la etnia musulmana uigur, en China. El sistema acaba con el envío de los presuntos pre-delincuentes a campos de reeducación en una aparente distopía que mezcla Orwell con la película 'Minority Report'. 

"Por primera vez podemos demostrar que el Gobierno chino utiliza información y políticas predictivas que no sólo violan abiertamente el derecho a la privacidad sino que permiten las detenciones arbitrarias", señaló Maya Wang, investigadora de la organización Human Rights Watch (HRW) en Hong Kong. Las denuncias son consistentes con un antiguo anuncio de la compañía China Electronics Technology Group. Dos años atrás admitió que colaboraba con las autoridades en la lucha contra el extremismo islamista con un sistema que compara los datos de los ciudadanos para detectar actitudes sospechosas.
Cualquier vía sirve para radiografiar la vida privada en Xinjiang: las grabaciones de las cámaras en la calles, los historiales bancarios, hospitalarios o legales, el rastro dejado con móviles y ordenadores por internet con móviles u ordenadores ... Estos millones de bytes se recopilan, ordenan y analizan para que los algoritmos extraigan cualquier indicio sospechoso. La compra masiva de fertilizantes o el almacenamiento de productos peligrosos, por ejemplo, desencadena la inmediata intervención policial.
Los identificados han sido detenidos o enviados a centros de reeducación política, según dos fuentes conocedoras del programa citada por HRW. En estos centros extralegales pueden permanecer durante meses sin ningún cargo judicial recibiendo la doctrina que el partida estima recomendable.

"La gente de Xinjiang no puede resistirse o desafiar el escrutinio creciente en sus vidas diarias para que muchos ignoran la existencia de este programa o cómo funciona", denuncia Wang.

Las autoridades de Xinjiang han negado las acusaciones aunque informaciones previas sobre las iniciativas de control social aseguraban que han ayudado a detener criminales, desenmascarar operaciones de financiación ilegal y encontrar a funcionarios uigures desleales al partido. HRW ya alertó en diciembre que el gobierno provincial elaboraba una exhaustiva base de datos biométricos a través de una campaña para mejorar la salud de los más desfavorecidos.
Las autoridades recogen muestras de ADN, huellas digitales, escáneres de iris y muestras de sangre de todos los residentes entre 12 y 65 años. Los datos se extienden a cualquier edad si el perfil se entiende sospechoso y los uigures que no viven en Xinjiang, añadía.
Las últimas revelaciones tampoco han sido podido ser verificadas por prensa independiente. Pekín permite el acceso de los periodistas extranjeros en Xinjiang, en contraste con el veto al Tíbet, pero los somete a un marcaje tan angustiosa entre policías y espías que desanima a los más entusiastas. Los uigures, y no los mediáticos tibetanos, son el problema étnico más serio de China. Musulmanes, de lengua túrquica y emparentados con Asia Central, acumulan pleitos con los han, la etnia mayoritaria china. Los primeros acusan a Pekín de diluir su cultura y expoliar sus recursos naturales, mientras los segundos subrayan el desarrollo económico de una zona desértica y montañosa que sin el paraguas chino sufriría la dolorosa pobreza de las repúblicas vecinas. Ambos se profesan un odio y desprecio irremediable.
Los chinos deberían aprender del Gobierno Español, que simplifica el proceso al máximo, con un fiscal general y un juez hacen lo mismo. ¡Ay señor!, estos del lejano oriente aún no han aprendido. El TRIBUNAL SUPREMO se lo podría explicar, les llevan ventaja. En China, 'la fiscalía no te lo afina' pero en Españistán, si!.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente