¿NOS ESPÍAN POR LA CARA?


La popularidad conseguida por FaceApp, la aplicación para smartphones que analiza mediante inteligencia artificial la foto de un rostro y proyecta como podría ser de viejo (o de niño, o de diferente género, entre otros filtros), es sólo comparable a la polémica que generó en torno a los riesgos a la privacidad que implica su uso.
La verdad es que ciertas posibilidades de que los desarrolladores plantean en las condiciones de utilización del servicio generan cierta preocupación en los más interesados en la privacidad. ¿Sube todas las fotos? ¿Guarda copias? ¿Accede a los datos personales? Son algunas de las preocupaciones más escuchadas de esta app, fundada por una compañía rusa.
Sorprende que el personal se sorprenda de que haya quien está almacenando nuestros datos, aficiones o gustos, hace tiempo que lo están haciendo con total impunidad todas las grandes compañías. Recuerdo hace cinco años que en vez de ir a Lanzarote contemplamos la posibilidad de ir a Madeira, pues bien, todo fue mirar alguna dirección de Internet buscando información, para luego entrara donde entrara, en cualquier digital me salía información sobre Madeira.
Lo que pasa es que ahora este proceso de espionaje se ha sofisticado, y tenemos una serie de aparatos como algunos modelos de televisión, los móviles, o los asistentes de voz que escuchan y almacenan nuestras conversaciones o reflexiones en voz alta. Muchas aplicaciones gratuitas están conectadas al altavoz del móvil, se puede comprobar si vais a configuración. Parecería una teoría de la conspiración si no fuera que hay demasiados testigos que pueden dar fe de este sistema de espionaje, Jordi Basté y otros pueden dar fe como lo comentaban esta mañana en Rac1, exponiendo sus experiencias personales.
Se dice que cuando algo te sale gratis, en este caso las aplicaciones, el negocio eres tú, vamos, tus datos, el nuevo oro del siglo XXI, y tiene su lógica, tener toda esta información permite a las grandes compañías orientar toda su publicidad, personalizarla, y a los Gobiernos y empresas controlar al máximo a sus ciudadanos o empleados. Recuerdo una escena de 'Minority report' en que Tom Cruise va por unos almacenes y al pasar por delante de un anuncio, este cambia el producto que estaba ofreciendo adecuándolo a los algoritmos de Cruise: La película es del año 2002, pero ya nos avanzaba lo que nos está sucediendo ahora. 
No sólo en China, en Madrid hay una estación de autobuses que ya tiene instalado el control facial de los ciudadanos, y ojo, aquí se sabe, pero vete tú a saber en cuántos lugares se ha instalado sin que los ciudadanos estamos enterados.
En teoría, si no tienes nada que esconder, no te ha de importar que te espíen o escaneen tu rostro, te dirán que es por tu bien, para controlar mejor a los terroristas, etc etc..., pero no nos deberíamos dejar engañar, nos están controlando y no sabemos hasta dónde pueden llegar y quien considerará si alguna actitud o comportamiento nuestro puede ser considerado pernicioso para el Estado.
Nos espían y podríamos considerar que no tiene importancia, que como decía es por nuestro bien, pero ¿nos espían para protegernos o para controlarnos y perjudicarnos?, y eso si que la tiene, y debería preocuparnos.

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