GENISTA FLORIDA



Que la ciudadanía tenemos una mala memoria climática, es patente, básicamente nos dedicamos a decir que en invierno hace mucho frío y en verano mucho calor. Siempre tienen a punto los de la tele algún abuelo que sale a declarar que nunca había hecho tanto calor o frío como este año, o igual sucede con la lluvia, el viento, o cualquier anomalía meteorológica. Que hay cambio climático no puede negarse, de hecho siempre ha habido, recordemos el aforismo de Fuster: "Y los miles y miles de especies animales y vegetales que se han extinguido antes del primer humo industrial". No hay nada que no haya pasado antes. Esta fotografía es de mediados de diciembre de 2014, y mira lo florida que estaba la genista, significa que en 2014 debía hacer tanto o más calor que este año, y no es la primera vez que florece tímidamente la genista en noviembre o en el diciembre. Un diciembre este de 2014 en que se produjo otro hecho insólito, la gran ventada que arrasó bosques y árboles urbanos. Un aviso, o simplemente, ocurrió, no se ha vuelto a producir, de momento.

Todo esto viene a cuento de que ayer enseñaban en TV3 un tímido florecimiento de un ciruelo, como si de un hecho excepcional se tratara. Poca memoria climática tienen los del tiempo de tevetres. Y es que en el tema del cambio climático hay mucho que decir. Para un sabadellense como yo, al evocar los recuerdos de adolescente, la imagen que me viene a la cabeza de la ciudad eran las chimeneas echando humo a todo trapo, y los telares contaminando acústicamente día y noche en cualquier bajo de un edificio. Cómo estaba de lleno de mierda el Ripoll, que más que un río era una cloaca con vistas y que bajaba de según qué color tintaban la ropa en Rentapren, y cuántas calles aún sin asfaltar. Sinceramente, se me hace difícil entender que algo tan ridículo como nosotros pueda ser el único causante del cambio climático en el planeta. Mi entorno estaba mucho más contaminado cuando era pequeño que ahora, aunque ya sé que no es así en otros muchos lugares del planeta. La percepción es que esto va solo hacemos lo que hacemos los homínidos, aunque ya entiendo que cuanto menos contaminamos mejor, y todas las medidas que se tomen y se pongan en práctica serán buenas para todos, pero de aquí a dar la culpa del cambio climático global sólo en el hombre existe un paso muy grande, aunque cada vez tiene más parte de culpa.

Pero hay que recordar qué no hay nada que no haya pasado antes, como cuando el hielo llegaba a los Pirineos cubriendo toda Europa, o el Polo Norte tenía un clima tropical, ¿tal vez sería culpa de los neandertal o de algún antecesor suyo?, o posiblemente fuera culpa de algún primitivo independentista catalán. Y suponiendo que supongamos que ya es mucho suponer que la culpa es toda nuestra, me hace gracia aquellos que como más de una organización que hay que nos dice "SALVEMOS EL PLANETA", lo que demuestra que no saben de que va todo junto, pues al planeta le da igual 40º sobre cero o bajo cero y que la playa esté en la Barceloneta o en Sant Feliu de Codines, aunque parece que incluso éstos han entendido que aunque se deshielan los polos el nivel del agua de los océanos no subirá, o bien lo hará de una manera imperceptible. Es la teoría simple pero real del cubito dentro del vaso de whisqui. Si las predicciones de los entendidos sobre el CFC y su efecto sobre la capa de ozono hubieran sido ciertas, a estas alturas ya no habría ni la capa de ozono ni la especie humana. Recuerdo a niños en Australia hace 30 años yendo a la escuela con gafas y tapados para no ser afectados por el sol por culpa del agujero en la capa de ozono, que decían los expertos que estos gases CFC tardarían 30 años en llegar a afectar al atmósfera. O los otros entendidos que decían que en el 2000 ya no habría petróleo, que habría terminado. ¿Y los dinosaurios? ni siquiera estaba el hombre cuando se extinguieron, de quien fue la culpa, ¿de Hörbiger? Mientras, el planeta, ajeno a nosotros va haciendo la suya –afortunadamente – y nos ofrece imágenes como esta fotografía de genista florida que tomé hace ocho años entre Sabadell y Matadepera. Si fuera catastrofista añadiría.... ¿La podré hacer dentro de cincuenta años? ¡Pues no! pero será porque ya no estaré, y esto no es ser catastrofista ni negacionista, se trata puramente de ser realista, de fijarse, vaya.

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