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💬La democracia implica una división, una colección de desacuerdos. No es un lugar de gente similar, sino de gente diferente. Su principio no es de igualdad, sino de igualdad de derechos. para que cada uno sea diferente, y no obstante las diferencias y los puntos de vista variados, sea posible vivir juntos y sin violencia. La democracia es la historia de la pluralidad y la tolerancia, no la de la victoria y la imposición. Por eso no hay victorias en la democracia, hay país, y la paz es la verdadera victoria de la vida política de los pueblos - Simón Peres

Durante la transición a la democracia y en sus primeras elecciones. se produjo el hecho de llamar a la participación electoral, hasta el extremo de pedir: "Vote aunque sea por otros". Se trataba de construir, de edificar una democracia tras 40 años de dictadura. Los padres de la Patria, de la constitución, una constitución que sólo tiene padres, tenían muy claro este concepto, había que votar si o si, a los tuyos o a los demás, pero votar era imprescindible para consolidar la democracia.

Pero ahora no se trata de construir la democracia, sino de regenerarla. Desde esta perspectiva, lo mejor que se puede hacer es abstenerse si no se tiene claro el voto, olvidarse de votar tapándose la nariz o mirando hacia el otro lado. El sufragio ha dejado de ser, en las actuales condiciones, una forma de fortalecer la democracia, los derechos y las libertades, para convertirse en una coartada para el poder, que supedita estos tres valores a sus particulares intereses. Recordar a la clase política que democracia significa, el gobierno del pueblo, un gobierno del que ellos son sus representantes designados por este pueblo.

Lo que hay que haces es comenzar de nuevo. Provocar en los partidos un ansia regeneradora, porque ellos por sí solos no la harán. Ellos viven en su mundo distópico, alejados del nuestro. Por esta razón las próximas elecciones del 14-F son de transición, no cambian nada mejor, sólo continúan la agonía de la ineficiencia de los partidos, motivo que hace que la abstención sea una actitud responsable y regeneradora, para los que no tengan fe en los actuales partidos, que somos - creo - la gran mayoría que debe dejar ser silenciosa para manifestarse en las urnas. Por ello, más que abstenerse, tal vez sería mejor aún l votar en blanco, siempre que éste voto dejara vacíos los escaños que debería ocupar en el Parlamento. El voto en blanco es un compromiso que no tiene la abstención, más bien displicente sin enfrentarse al compromiso adquirido por la ciudadanía. Y este es o debería ser el objetivo, liberarnos de partitocrática, para generar un movimiento de regeneración democrática que acabe teniendo una presencia fuerte en las instituciones de representación política. Por eso se creó su día el partido del voto en blanco, que no cuajó, cierto, pero que tal vez ahora podría tener éxito, aunque fuera para despertar la conciencia democrática de los partidos, que han olvidado lo que es esencial, que están al servicio de pueblo y no al revés.