COMPAÑERO DE MIMOS



El coronavirus ha declarado la guerra a los sentidos. Una de sus flechas directas asaeta el olfato y el gusto: no oler ni saborear, menudo castigo. Hoy, vista y oído deben jugar en solitario una partida sensorial, no exentas de limitaciones. Gafas empañadas a causa de la mascarilla, y oídos a menudo blindados a los ruidos exteriores por los auriculares que informan de las últimas cifras de infectados y las nuevas medidas implementadas. Luego está la soledad que mientras que a algunos nos parece un estado fantástico de libertad, a la mayoria de la gente les provoca ansiedad y trastornos psicològicos.
En Bélgica las autoridades han decidido adoptar una medida para combatir esta soledad. La anunciado el primer ministro belga Alexander De Croo, quien ha introducido la figura del “knuffelcontact”, algo que se traduce como “compañero de mimos”. Se trata de una iniciativa que busca cuidar la salud mental de los confinados durante estas semanas. Se trata de una excepción a la norma general de evitar al máximo el contacto físico con otras personas que estén fuera del ámbito de la convivencia. Cada persona confinada podrá designar a un “compañero de mimos” y podrá recibir su visita en el domicilio. Eso sí, si en la misma vivienda habitan varias personas solo se podrá recibir la visita de un “compañero de mimos” a la vez. Las personas que vivan solas podrán tener dos “knuffelcontact”, pero solo podrá recibir la visita de uno a la vez. 
“Nuestro país se encuentra en un estado de emergencia. La capacidad de muchos hospitales ya se ha visto superada. Todavía no vemos un cambio en los números. Solo hay una respuesta, una opción, y esa es proteger nuestro sistema de salud. La única forma de lograr esto es evitar cualquier tipo de contacto físico en la medida que sea posible”, dijo a principios de mes el primer ministro belga. La medida recuerda a la que adoptó en verano Países Bajos a modo de recomendación, donde se creó la figura del “seksbuddy” o “compañero de casa” con la finalidad de que las personas confinadas tuvieran relaciones sexuales siempre con la misma persona. 
La medida es interesante y puede dar bastante juego, incluso se podría apuntar a compañero de mimos gente diversa, no necesariamente el contacto tiene que ser sexual, a veces una caricia, unas palabras, hacer compañía o escuchar puede ser un buen remedio contra la soledad. Algunos artistas como el músico Arnau Tordera ya se han ofrecido, pero se debe poder escoger, imaginaos que os toca Pilar Rahola.

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