Un psicólogo estadounidense cree haber encontrado la respuesta sobre el origen de las creencias religiosas de los humanos. Según la teoría de Steven Reiss, catedrático de la Universidad de Ohio, la gente cree en Dios sólo para satisfacer 16 deseos básicos.
"No importa si Dios existe o no, ya que la creencia religiosa tiene como objetivo la satisfacción de nuestros deseos humanos básicos", cita al psicólogo Steven Reiss el diario británico 'Sunday Express'. En concreto, Reiss, autor de un nuevo libro 'The 16 Strivings for God', opina que la religión no es más que un medio para satisfacer 16 deseos básicos presentes en todos los humanos.
Estos deseos incluyen la curiosidad, la aceptación, la familia, el honor, el idealismo, la independencia, el orden, la actividad física, el poder, el romántico, el ahorro, el contacto social, la comida, el estatus, la tranquilidad y la venganza.
Asimismo, el catedrático opina que para que cualquier religión prospere, debe apelar a diferentes niveles de la naturaleza humana. "Si quiere construir una religión que tenga muchos seguidores, debe dirigirse a todos los deseos humanos tanto en forma fuerte como débil", afirma Reiss. Esta necesidad de satisfacer todas las necesidades también es la razón por la que la religión está llena de contradicciones.
En su libro, el catedrático rechaza los intentos anteriores de explicar la religión a través de la psicología, que se basaban en la teoría de que la religión proporciona un marco moral y es una manera de enfrentar a la muerte. Asimismo, Reiss explica que hay diferentes interpretaciones de la religión debido a que diferentes personas experimentan los 16 deseos naturales en diferentes niveles.
El psicólogo ha llegado a estas conclusiones después de estudiar como 100.000 personas abordaban diferentes objetivos. "Hemos estudiado 270 diferentes creencias y prácticas religiosas y cómo se relacionan con los deseos humanos básicos", sostuvo Reiss.
Asimismo, el catedrático asegura que en algunos casos, la personalidad de una persona puede determinar si seguirá una religión o no. Una persona que es independiente puede estar más interesada en ser auto suficiente que confiar en la religión. Asimismo, aquellos que tengan un nivel de independencia bajo pueden sentirse atraídos hacia la interdependencia de la religión y la organización de la iglesia.
Si habéis tenido la paciencia de leer todas las tonterías que dice este hombre y habéis llegado hasta aquí, debéis saber que Reiss no ha entendido nada, primero porque hay muchísima gente en el mundo que no cree en dios, en ningún dios, no hay ningún motivo lógico y razonable para hacerlo, ni tiene ningún sentido, al contrario lo que se debería intentar averiguar es por qué gente lúcida, inteligente y con sentido común cree en algún dios, ¿por qué esto si que es raro y digno de estudio, aspecto que Reiss entiendo no ha hecho.
Los homínidos hemos sido los únicos animales en la naturaleza que hemos tenido la necesidad de inventarnos en un enorme acto de vanidad un dios a nuestra imagen y semejanza, y en el caso del Dios de la secta de los cristianos, como negocio no está mal, debe de ser la Iglesia católica la empresa más antigua de la humanidad, aunque también es la gran vergüenza eterna de la humanidad.
No entiendo pues, al revés que el psicólogo Reiss, que alguien medianamente lúcido y mínimamente inteligente, crea sinceramente, de verdad, en algún dios, ni en una ni en dieciséis razones, soy incapaz de entenderlo. Lo siento, pero así lo veo. Yo no creo en dios, en ningún dios, no lo necesito, es más ni siquiera puedo abominar del él al no existir, al no ser nada, una simple entelequia.
"No importa si Dios existe o no, ya que la creencia religiosa tiene como objetivo la satisfacción de nuestros deseos humanos básicos", cita al psicólogo Steven Reiss el diario británico 'Sunday Express'. En concreto, Reiss, autor de un nuevo libro 'The 16 Strivings for God', opina que la religión no es más que un medio para satisfacer 16 deseos básicos presentes en todos los humanos.
Estos deseos incluyen la curiosidad, la aceptación, la familia, el honor, el idealismo, la independencia, el orden, la actividad física, el poder, el romántico, el ahorro, el contacto social, la comida, el estatus, la tranquilidad y la venganza.
Asimismo, el catedrático opina que para que cualquier religión prospere, debe apelar a diferentes niveles de la naturaleza humana. "Si quiere construir una religión que tenga muchos seguidores, debe dirigirse a todos los deseos humanos tanto en forma fuerte como débil", afirma Reiss. Esta necesidad de satisfacer todas las necesidades también es la razón por la que la religión está llena de contradicciones.
En su libro, el catedrático rechaza los intentos anteriores de explicar la religión a través de la psicología, que se basaban en la teoría de que la religión proporciona un marco moral y es una manera de enfrentar a la muerte. Asimismo, Reiss explica que hay diferentes interpretaciones de la religión debido a que diferentes personas experimentan los 16 deseos naturales en diferentes niveles.
El psicólogo ha llegado a estas conclusiones después de estudiar como 100.000 personas abordaban diferentes objetivos. "Hemos estudiado 270 diferentes creencias y prácticas religiosas y cómo se relacionan con los deseos humanos básicos", sostuvo Reiss.
Asimismo, el catedrático asegura que en algunos casos, la personalidad de una persona puede determinar si seguirá una religión o no. Una persona que es independiente puede estar más interesada en ser auto suficiente que confiar en la religión. Asimismo, aquellos que tengan un nivel de independencia bajo pueden sentirse atraídos hacia la interdependencia de la religión y la organización de la iglesia.
Si habéis tenido la paciencia de leer todas las tonterías que dice este hombre y habéis llegado hasta aquí, debéis saber que Reiss no ha entendido nada, primero porque hay muchísima gente en el mundo que no cree en dios, en ningún dios, no hay ningún motivo lógico y razonable para hacerlo, ni tiene ningún sentido, al contrario lo que se debería intentar averiguar es por qué gente lúcida, inteligente y con sentido común cree en algún dios, ¿por qué esto si que es raro y digno de estudio, aspecto que Reiss entiendo no ha hecho.
Los homínidos hemos sido los únicos animales en la naturaleza que hemos tenido la necesidad de inventarnos en un enorme acto de vanidad un dios a nuestra imagen y semejanza, y en el caso del Dios de la secta de los cristianos, como negocio no está mal, debe de ser la Iglesia católica la empresa más antigua de la humanidad, aunque también es la gran vergüenza eterna de la humanidad.
No entiendo pues, al revés que el psicólogo Reiss, que alguien medianamente lúcido y mínimamente inteligente, crea sinceramente, de verdad, en algún dios, ni en una ni en dieciséis razones, soy incapaz de entenderlo. Lo siento, pero así lo veo. Yo no creo en dios, en ningún dios, no lo necesito, es más ni siquiera puedo abominar del él al no existir, al no ser nada, una simple entelequia.
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