La larga marcha es una inquietante novela de Stephen King. Haciendo una breve sinopsis, la novela nos remite a una sociedad ultraconservadora que ha llevado al paroxismo sus rasgos más perversos, dominada por un estado policial. El evento más importante dentro de esta sociedad es la más extraordinaria competición deportiva, una agotadora marcha a pie donde un resbalón puede ser la última. los competidores: cien adolescentes elegidos por sorteo y decididos a pasar sobre los cadáveres de sus compañeros para llegar a la meta. el premio: fama y fortuna para el ganador, es decir, para el único superviviente... Sólo uno será el triunfador."

La lástima de esta larga marcha de hondureños y ciudadanos de otros países que atraviesa México camino de Estados Unidos, a diferencia de la novela de King, es que aquí me temo que no habrá triunfadores.
Un dato muy relevante es que la violencia que hoy impera en el Salvador, Guatemala y Honduras (el llamado Triángulo Norte) es más intensa que la que vivieron los mismos países en plena crisis bélica de los años 80. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Honduras es hoy el país sin guerra declarada más violento del mundo, que siguen de cerca Guatemala y el Salvador. En este paisaje, la inoperancia del Estado y la violencia de las maras (pandillas latinas nacidas en los 80 en los barrios de Los Ángeles y que luego fueron deportadas en América Central en los años 90) tienen una gran responsabilidad.
Pero la caravana de los migrantes presenta algo nuevo: hasta ahora la migración era una opción solitaria e individual, básicamente clandestina. El hecho de que en estos días se haya convertido en una manifestación colectiva supone, por primera vez, una denuncia política que increpa toda la sociedad: la de origen, la de tráfico, la de llegada, y todos nosotros.
Si bien el paso de personas migrantes centroamericanas para México es un hecho que tiene lugar desde hace muchos años, nunca se había visto un evento de esta magnitud en el que miles de personas están intentando de manera desesperada cruzar la frontera con el fin de buscar protección. No hay duda -m'explica- que el origen de la caravana de migrantes responde a un contexto de violencia y pobreza generalizada en que las condiciones mínimas de vida digna y respeto a los derechos humanos no han sido garantizadas.
Trump ya ha avisado que los espera para no dejarlos entrar e incluso ha esparcido falsas noticias de que entre estos migrantes había terroristas. Por otra parte, leía ayer que a Búffalo aceptarían recibir estas 7.000 personas ya que las necesitan; Búffalo, San Diego u otras ciudades. Lo explican en elperiodico