Hablé de ello hace más o menos un año, pero es un tema que me preocupa, a pesar de haberlo resuelto en mi caso en haberme hecho de Ocaso. He tardado en hacerlo, pero es muy práctico sobre todo en aquellos momentos en que no estás por estas cosas y ellos lo resuelven con una enorme y aséptica eficacia.

"Solemos ir el domingo después del día de los muertos, o difuntos, más que nada por mi padre, que con el chaleco que supongo fue el pasado el ultimo año, con muchos números de estar ya en el año próximo, y no es ésta una afirmación ligera ni humor negro, ambos sabemos que está más allí que aquí y que casi seguro este fue el último. (murió mi padre a los pocos días de publicar este escrito)
Hablábamos de la Funeraria, los discípulos, o quizás maestros de Al Capone, pues este mataba o hacía matar a la gente, mientras las funerarias especulan y juegan con los muertos y el dolor de los que de momento se quedan, que todavía es mas cruel y miserable.
Enterrar una persona cuesta un mínimo de 5.000 euros, o 10.000 en Barcelona leía ayer en el Periódico. ¿Porque? porque las rapaces funerarias en clara connivencia con los ayuntamientos viven de ello, es su negocio, el negocio de la muerte a costa de los vivos y no vivos, y lo hacen obscenamente, de forma pulcra y educada, eso es cierto, pero obscena.
Y esta historia debería terminar. Si se ha de incinerar a una persona, para que carajo tienen que gastaser mil o dos mil euros en un ataúd, en internet tienes de cartón por 30 euros. Este ataúd debe quemarse al poco tiempo de haberlo usado, pero no, la Funeraria de turno, en connivencia con el ayuntamiento corrompido de turno, han decidido lo que te ha de costar enterrar a una persona que de hecho ya no lo es, y además en dinero contante y sonante.
Me niego, esto se tiene que acabar, el negocio de la muerte es de los más obscenos, y nadie, nadie pone la mano para evitarlo. La muerte no es como decía Vinyoli un cambio más, pues es el cambio definitivo, pero lo que no puede ser, es que morirse cueste un huevo, todo ello para el lucro de la Funeraria de turno y el ayuntamiento también de turno. Y no veo que los alcaldes nuevos que han salido en las últimas elecciones se preocupen del tema. De la misma manera que tampoco entiendo como no hay más respuesta social, más quejas, sobre este obsceno derecho de pernada sobre la muerte. La 'Síndica de Greuges' del Ayuntamiento de Barcelona ha vuelto a sacar el tema, insistiendo en lo caro que es enterrar una persona, veremos en que termina, aunque imagino que se quedará sólo en el hecho impúdico del gesto. Por cierto, y en el caso del ayuntamiento de Barcelona, ​​sería interesante saber quién está detrás del grupo Memora y cuando pagaron por la concesión, que en su tiempo ya fue un escándalo."