El futuro es un niño que preguntará... ¿QUÉ ERA UNA TIENDA?

Esta pregunta se la hacía el periodista y escritor Josep Maria Espinàs desde su pequeño observatorio hace tiempo. Lo cierto es que cada vez más están desapareciendo más pequeños comercios de toda la vida, que decíamos antes. Pero es que los tiempos cambian y simplemente hay conceptos de negocio que no tienen a día de hoy razón de ser, como otros que la tienen hoy y posiblemente dentro de unos años la habrán dejado de tener. 

Cuando yo tenía diez años, mis padres abrieron una tienda de comestibles en la calle de Vilarrubias en Sabadell. En aquella época - mediados de los cincuenta - no había Centros Comerciales, ni supermercados de barrio, ni el Corte Inglés!, El SEPU si estaba y el BARATO, y los Almacenes JORBA también... (leer del escrito entero de juliol de 2012)


Ja decia el exconsejero de CDC, el sr. Sobirà que las predicciones eran siempre a futuro y eran arriesgadas, y no iba errado, en el futuro cuatro años después de este escrito, han surgido de nuevo pequeñas tiendas de comestibles y fruterías, (Tiendas de conveniéncia) y hay muchas, al menos en mi barrio, al igual que casi todos los bares son regentados por chinos, que no todos han comprado el Espanyol, que a este si que le han enredado como un chino.




Las fruterías suelen ser franquicias como las de Superverd, regentadas por gente del país, sudamericanos o chinos, como los todo a cien. Los 'supermercados' como el de la foto, en cambio, son regentados por Paquistaníes o gente de Blangla Desh. En cierto modo es una franquicia, puesto que los rótulos son casi calcados; el que tengo cerca de casa dice que se llama 'supermercat Antoni', éste no dice panadería, los hay que sí, vende un poco de todo, como en la gasolinera y es está casi siempre abuerto, creo que incluso el 'paqui' vive, duerme y come en la misma trastienda, y no deja de ser útil, no nos engañemos, al fin y al cabo, en las tiendas de antes la persiana restaba como mucho medio bajada y los tenderos hacían vida en la trastienda, de hecho es como retroceder 60 años en el tiempo.


De toda esta historia, lo que no acabo de entender es que puede llevar a un señor de Blangla Desh o Pakistán a abrir una tienda de comestibles de barrio en Sabadell, una frutería, o regentar un bar en el caso de la mayoría de los chinos, y no tengo tan claro que pueda ser como dicen cosa de las mafias, tampoco es que los negocios den para tanto, aunque sean a escala. Pero es lo que hay, siguen proliferando y yo sin entenderlo.