LA ORGÍA QUE NO FUÉ

La noticia de que siete ancianos habrían muerto en una orgía en un local de intercambio de parejas lo tenía todo para para correr como la pólvora a través de internet. No sólo Regió7 la publicó como explica hoy Monzó en la Vanguardia. Otros medios la difundieron también, radios incluidas. La información tenía una fecha, el sábado pasado; y un lugar, la ciudad belga de Charleroi. Por tener, tenía incluso una fuente. Se trata de una agencia de noticias llamada Nordea Presse, que en realidad es un medio satírico las información son ficticias y cómicas, en la línea de ElMundoToday.

Según la información que los usuarios habría compartido en sus redes sociales entre bromas e incredulidad, los ancianos habrían ido a una fiesta organizada por un local de intercambio de parejas de más de 65 años bajo el título '50 shades of Karolos '. En la misma habrían ocurrido unas 200 personas, convirtiéndose así en la mayor orgía para personas mayores del país. Sin embargo, la emoción y los esfuerzos habría pasado factura a siete de los participantes que habrían muerto: cinco por un ataque cardíaco y dos por un edema pulmonar. Incluso decían que había un par de médicos para atender a los accidentados.

Más de una noticia como ésta lo ha hecho pasar por cierta el Mundo Today, recuerdo un caso del Ayuntamiento de Teruel que incluso los quería demandar, y no se puede culpar a Regió7, es la manera actual de hacer periodismo de poca monta, y todo por ser el primero en dar la noticia, sin contrastar, de hecho, que importa si los medios están llenos de fake news, ya no viene aquí, y lo único que consiguen es que cada vez desconfiemos más de cualquier noticia que nos den.

La mejor manera de contrastar este tipo de noticias falsas es, si esta va acompañada de vídeo o imágenes que parezcan verosímiles, no como las que usaron los medios para publicar esta noticia falsa con fotos de geriátricos o de películas. Es lo que pasa cuando en la prensa ya no quedan periodistas como los de antes; ahora sólo hay becarios, salvo contadas excepciones, unas excepciones de las que también desconfiamos, porque sabemos según el medio en el que opinan, quien orienta su opinión. O sea que en la era de la información es cuando estamos más desinformados.