💬El Gobierno de la Generalitat ha desconvocado las elecciones el 14-F, la convocatoria que ofreció el 23 de octubre, con una Rt a 1,46 y la curva en plena escalada. Ha desconvocado, no aplazado, o sea que el 30 de mayo decidirá cuando es convocan de nuevo las elecciones. En ese momento se daba por bueno febrero. El 21 de diciembre, fecha del decreto de convocatoria, la pandemia no gozaba de mejor salud. De hecho, el 23 de diciembre se cerraba la Cerdanya y el Ripollès por la crítica evolución epidemiológica. Después vino el vaivén de las medidas yoyó. Y aquello de "salvar" la Navidad, y sus consecuencias. Y aquí estamos otra vez con el susto en el cuerpo. Los datos actuales son malos y peor nos las pintan, pero no debería sorprender ya que antes de Navidad se nos dijo que esto es lo que acabaría pasando y no se optó por un confinamiento total.

Salud calcula que hacia el 14 de febrero podría haber 200.000 personas en cuarentena: se les debería asegurar que puedan votar. Los hospitales, sobre todo las ucis, estarán a reventar, con el impacto anímico que supone. Las restricciones probablemente estarán prorrogadas hasta bien entrada la campaña... Nada hace pensar en el 14-F como el mejor escenario para unos comicios, cierto. Pero todo ello el Gobierno ya lo sabía. Se podría decir que ignora -o hace caso- a los expertos a su antojo, según le convenga o interese. No está justificado bajarse del caballo a mitad de la carrera. Las elecciones podrían haberse celebrado el 14-F. Sí. Bajo una premisa: el Gobierno tenía que ofrecer el sufragio con todas las garantías democráticas y sanitarias. Tan difícil era? Distancia, mascarilla y quizás pantalla. Voto por correo y recogida a domicilio por aislados y contactos. Tests de antígenos para los miembros de la mesa y exclusión de los de riesgo. Más puntos de votación para evitar aglomeraciones. Horario especial para los vulnerables. En las residencias, se les podría llevar las urnas...

Estarán abiertas las escuelas y cerraremos los colegios electorales. Se podrá ir esquiar, a trabajar, a examinarse, a el teatro, tomar el metro... (andan por la red unas imágenes de FFCC de la Generalitat con los vagones abarrotados de gente) ¿y no se puede ir a votar? En Portugal lo harán, el próximo 24 y en confinamiento total. Al margen de los intereses electorales de unos y otros, resulta desalentador comprobar que este Gobierno se ve incapaz de garantizar nada. Será capaz más adelante? ¿El 30 de mayo? ¿Después de salvar la Semana Santa y con la campaña de vacunación sin terminar ?. Y la culpa, toda la culpa es de Salvador Illa, por presentarse a estas malditas elecciones. A quién se le ocurre.