💭Leo que ante el contínuo bombardeo de noticias ­pésimas relacionadas con la covid, la Ràdio-Televisión Belga ha decidido poner un límite. Lo hace a instancias de sus telespectadores, que creen que, para evitar el pesimismo en la sociedad, convendría difundir noticias más positivas, más esperanzadoras. El límite acordado para la Covid es del 50%. No hace falta ser psicólogo para darse cuenta de que, cuanto más información recibes sobre la pandemia -o cualquier otra desgracia-, más se incrementan la ansiedad y la angustia, y más mueve la cola la depresión - dicen-. Vivir todo el día pegado a la tgele -con estos bloques informativos que se repiten cada poco tiempo para volver a explicar lo mismo que ya han explicado antes- no debe ser bueno para nadie. Y hay muchos que lo hacen. Es lo primero que ponen en marcha en cuanto se despiertan y lo último que apagan antes de irse a dormir.

La medida es discutible en su utilidad, ya sabéis el dicho: Good News, Bad News. Desde hace años hay portales que sólo dan buenas noticias. No son demasiado conocidos por que no hablan de nada que implique guerras, robos, asesinatos o corrupción. Lo tienen pues mal para llegar a ser medios de gran difusión; ya sabemos que la noticia es que un hombre muerda a un perro y no al revés. Además. el hecho de no hablar de un problema no significa que este no esté, y el que es hipocondríaco por más que no hablen de la pandemia seguirá sufriendo igual. La medida de la televisión Belga me recuerda al hecho de que no hablar del suicidio en los medios, no puede evitar que los trenes atropellen a demasiada gente, y de poco o nada sirve la medida. Si, ya sé que podría haber un efecto contagio si se hablase abiertamente, pero no hacerlo tampoco es ninguna solución, salvo el hecho de esconder la cabeza bajo el ala como un avestruz cobarde.

En cierto modo el ciudadano ya se aísla voluntariamente de la saturación informativa, salvo del que vive en una angustia permanente y necesita esta saturación como su droga para sobrevivir a la pandemia. De hecho, según el modo de vivir de cada uno la saturación informativa afecta más o menos, en mi caso, la afectación es cero, tal vez por el hecho de vivir ya semi confinado antes de la pandemia, que hace que mi día a día sea ​​el mismo que antes de ella, y no me molesta la saturación informativa, quizá porque no veo la televisión y en la radio tampoco hay tanta sobreinformación. Lo único que si me afecta y de hecho no entiendo, es porque no puedo ir hasta el Centro Comercial Baricentro en Barberá del Vallés, y en cambio si puedo ir a Barcelona o cualquier otra población del país si voy a un mitin electoral. Qué alguien me lo explique...