💬Ya han pasado los Reyes Magos, y se acabó la Navidad más extraña de todas las Navidades. Este año, el mundo ha llorado la muerte por coronavirus de casi 2 millones de personas, y con su ausencia, demasiado lágrimas y dolor. No ha habido regalos de reyes para todos, sólo para los niños y no todos. Se acabó un año y empieza otro, la incertidumbre continúa en el nuevo año. Problemas globales como la Covid-19, no saben de calendarios ni de fronteras trazadas por los hombres. Pensar que hemos dejado atrás la pandemia porque cambiamos de año es una insensatez propia de este tiempo que puede costarnos muy cara. La pandemia seguirá de momento in crescendo entre nosotros este año recién comenzado. La vacunación masiva generará optimismo, pero no es la solución total, esta llegará a finales de año cuando tengamos la suficiente inmunidad de rebaño, mientras tanto, parece que una relativa sensación de seguridad impulsará la economía, pero no todo el mundo se rehará, habrá muchas persianas que ya no se levantarán, otras que se bajarán definitivamente y muchas ERTE que llevarán al paro. Además, poco hemos aprendido de la pandemia como se ha visto en la segunda oleada, donde se han cometido los mismos errores que en la primera,
Dicen que un pesimista es un optimista bien informado, pues bien, yo sería pesimista, aunque carezca de mucha información, es más práctico y genera menos estrés, sólo el pragmatismo y la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, los ciudadanos, nos puede salvar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario