💬 Que Iñaki Gabilondo haya decidido dejar de comentar la actualidad en la SER, como hacía desde un tiempo pretérito para sus oyentes, es doblemente significativo y perturbador. Tanto para el periodismo como para todo lo que se sirve de esta profesión a fin de alcanzar su actual objetivo: que la ciudadanía sepa ya no qué pasa, sino cómo y más concretamente por qué sucede. En palabras mucho más sencillas, explicar a la gente lo que pasa a la gente. 

Dice Iñaki Gabilondo que ahora hay mucha gente que tiene opinión incluso sin necesidad de información, que de hecho es una actualización de una frase de Josep Pla, según la cual, al ser más difícil describir que opinar, todo el mundo opina. Y como a Gabilondo lo que le ha convertido en referente es su capacidad de explicar, ante un paisaje de extremos que provoca hacerse el desentendido, «ponerse en medio de la polarización y la radicalidad a través de comentario diario obliga a entrar en el centro de la disputa, de la bronca». Como consecuencia, su incomodidad ha ido creciendo hasta empacharse el. De hecho lo que se debería decir es que hay mucho periodista que en vez de opinar, intoxica y pontifica directamente sin necesidad de información, y lo hace dependiendo de qué mano le da de comer.

Con la retirada de Gabilondo se va uno de los últimos referentes de la opinión política en libertad. Como le cantaría Chabela: Ojalá que te vaya bonito, que conozcas personas más buenas.