EL LARGO INVIERNO DEL PROCESO

💬Mi padre, sólo se ponía el traje para ir a bodas, entierros, o para ir a votar. Vestido negro, camisa blanca, corbata, zapatos lustrados y alegre e ilusionado gozaba en verdad de la fiesta de la democracia.., no sé como vería estas elecciones del 14F, pero rebobinemos... lo primero que hay que decir, es que hemos ido a elecciones porque hace un año el presidente Torra constató que se había roto la cohesión del Gobierno. Torra podía haber anticipado los comicios, pero aguantó contra viento y marea hasta su inhabilitación. La mayoría parlamentaria independentista continuaba intacta. El independentismo podía haber elegido otro presidente, pero no lo hizo. Se limitó a recortar los poderes de Pere Aragonés, convertido en «vicepresidente del Gobierno de la Generalitat en sustitución de la presidencia de la Generalitat». La cita del 14-F es el resultado de estas arbitrariedades del procesismo.

El documento firmado por los partidos independentistas comprometiéndose a no pactar «en ningún caso» con el PSC quizás no es la «foto de Colón del independentismo». como dijo Salvador Illa, pero se le parece en su sentido e intención. No lo han hecho ante notario, como lo hizo en su día Artur Mas con el PP. El documento, en todo caso, es un pacto de desgobierno: no se han puesto de acuerdo a la hora de gobernar y sí lo hacen ahora para vetar una alternativa transversal de gobierno.

En este contexto, la Catalunya empatada consigo misma se puede reproducir en las urnas. Este escenario es el resultado de una década de proceso y antiproceso independentista. El veto expreso al PSC, más allá de cálculos electorales, tiene un efecto perverso: expulsa del arco iris de la catalanidad a una fuerza central del catalanismo político. Rafael Jorba nos recomienda releer un texto de Joan Maragall, del 1910, en el que afirmaba que «nuestro pueblo está muy necesitado de acostumbrarse, en interés de todos, a verse unido más a menudo por el amor que por el odio, y a respetar y honrar a sus hombres, sean del color que quieran, mientras este color se componga con el arco iris de Cataluña». Esta es la tarea pendiente: crear una primavera catalana tras el largo invierno del proceso.