NO ESTAMOS LOCOS, AÚN

💬La pandemia de la que pronto celebraremos el primer aniversario del primer confinamiento, ha alterado algunos actos cotidianos, y no lo digo por llevar todo el santo dia puesta la mascarilla, sinó porqué con la pandemia hemos aprendido a vivir en una cola permanente. La cola como parte de nuestra vida. Colas para pedir la tanda en la charcutería del supermercado, para acceder al metro, para comprar el pan, incluso para comprar el periódico. De la noche a la mañana, una sociedad rebelde a las colas se muestra sumisa a ellas, y sin protestar. Las filas en orden y distancia adecuada se están convirtiendo en una costumbre social, incluso hay que hacer cola para recoger comida del banco de alimentos, las 'filas del hambre', según los medios, que le ponen nombre a todo. 

Josep Pla solía afirmar que lo más importante de la vida es continuar, sea como sea, cada vez tengo más claro de que de lo que se trata és - siguiendo la máxima de partido a partido de Simeone - de vivir día a día, vaya el 'carpe diem' de toda la vida. y eso, a vivir que son dos días, ¿o tres?

Aún no se nos ha ido la olla con tanto confinamiento perimetral, comarcal, horarios diferentes, toques de queda, etc, y por si acaso, habría que aplicarse el ejemplo a seguir de un viejo chiste de un presunto loco que cada dia se subía a una estatua en los jardines del Sanatorio donde estaba recluido. Gritaba el hombre: soy pasta para la sopa, y se tiraba. Como ya lo sabían tenían una red preparada y lo cogían sano y salvo, hasta que un dia, el director del centro, cansado ya de tanta tontería decidió no poner la red ni a nadie que le ayudara, el hombre se subió como cada día encima de la estatua y al ver que no habia nadie dijo: Ostras, hoy es jueves, toca arroz, y se bajó sin tirarse de la susodicha. No estamos locos, aún, y sabemos lo que queremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario