LA LEY DEL SILENCIO



💬Luis Bárcenas, unos días antes de sentarse de nuevo en el banquillo de los acusados, entregó a la Fiscalía Anticorrupción un escrito en el que reconoce que la formación conservadora tenía una caja B desde 1982. Ampliaba y detallaba lo que ya había confesado él mismo el 15 de julio de 2013. Una contabilidad alternativa cuya documentación el extesorero le había mostrado a Mariano Rajoy cuatro años antes. Exactamente el mismo 2009 que Bárcenas abandonó el cargo, aunque seguiría como senador unos meses más. Había estallado el caso Gürtel y a raíz de la amplísima investigación de lo que fue un gran terremoto, sus réplicas dejaron en el aire unas cuantas grietas que se convirtieron en otras tantas piezas separadas. Una de ellas le llevará el próximo lunes ante la misma justicia que ya le condenó a 29 años de cárcel por la causa madre.

Lo que ha llamado la atención es que, según el ahora voluntario colaborador judicial, cuando Rajoy tuvo el documento comprometedor en sus manos lo pasó inmediatamente por la máquina trituradora creyendo que así desaparecía la prueba del delito. Cualquier guionista novato advertiría que el protagonista se habría quedado una copia, y así fue. Añade el delator que existen dosieres comprometedores y grabaciones de conversaciones en las que consta que era habitual que las aportaciones fueran en agradecimiento a los servicios prestados en forma de adjudicaciones de contratos. Y que ante el riesgo de contarlo, la familia Bárcenas ha estado sometida a fuertes presiones, espionaje y robos domiciliarios. 

Que el exgerente y extesorero haya roto ahora su silencio es porque su lealtad a las filas que lo encumbraron no ha sido compensada. Y que aquella famosa exhortación que le mandó Mariano Rajoy en un whatsapp  –“Luis, sé fuerte” – no ha tenido su consecuencia. Él creyó que callando para preservar la reputación del partido, su esposa, evitaría las rejas. Pero está allí desde el domingo 8 de noviembre pasado, condenada a 13 años por otra rama caída. Y así es como, devaluado el precio que Luis Bárcenas estaba dispuesto a pagar, rompiendo este la ley del silencio, el PP ha entrado en bancarrota, aunque Pablo Pablito Pablete Casado manifieste que todo esto es cosa del pasado y no tiene nada que ver con el actual Partido popular. Ya se lo irá encontrando, ignora quizás que el pasado siempre vuelve a acecharnos, y es implacable.

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