Los hechos del pasado 20 de septiembre son uno de los elementos primordiales en la macrocausa del juez Pablo Llarena contra el independentismo. Este día decenas de miles de personas se concentraron ante la sede del Departamento de Economía y Hacienda de la Generalitat a raíz de los registros y detenciones que llevó a cabo la Guardia Civil. Además, agentes de la Policía Nacional también intentaron acceder a la sede de la CUP pesar de no contar con ninguna orden judicial. Lo que sucedió durante aquella jornada maratoniana es, según la interpretación del magistrado del Tribunal Supremo, lo que justifica el procesamiento por rebelión de los entonces máximos dirigentes del ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Ambos están encarcelados desde el 16 de octubre. Ayer, el programa Sense Ficció, de TV3, estrenó el documental 20-S, dirigido por Jaume Roures y producido por Mediapro, que ofrece una visión inédita de los hechos de aquel día que, entre otras cuestiones, desmonta y cuestiona alguno de los puntos fundamentales de la acusación de Llarena, y que os recomiendo visionéis.
Llarena, en la orden de procesamiento de marzo contra Sánchez, Cuixart y otros dirigentes soberanistas imputados, escribía lo siguiente sobre lo que pasó en la esquina de Rambla Catalunya con la Gran Vía, donde está el Departamento de Economía: "los hechos que sucedieron demuestran que la multitud actuó como una masa de fuerza que, además de destrozar los vehículos policiales, atacó bienes personales mediante el lanzamiento de objetos, o impidiendo que los sitiados (refiriéndose a la Guardia Civil) pudieran ejercer su libertad de acción y de vagabundeo durante las largas horas que duró el asedio [...]. Los hechos expuestos determinaron el efecto inherente a la violencia, es decir, una real restricción de la capacidad de actuación (de la policía) como consecuencia del uso de la fuerza, tal como ocurriría en un supuesto de toma de rehenes con disparos al aire. "
Las imágenes y los testigos, sin embargo, demuestran lo contrario. En todo momento existió un cordón formado por voluntarios de la ANC y también con agentes de los Mossos que permitía la actuación y el paso tanto de la comitiva judicial como de los agentes de la Guardia Civil. El interrogatorio a Trapero y el contraste con las imágenes desmonta alguna de las acusaciones que se hacen, como los supuestos intentos de los manifestantes de intentar acceder a la sede del Departamento, un hecho que no se produjo en ningún momento, o que permanentemente no hubiera una pareja de agentes de la Guardia Civil en el exterior de la puerta de acceso al inmueble, como pone de manifiesto el documental. "No hay amenaza a los agentes que están en la Consejería y no se puede hablar de toma de rehenes (como hace Llarena)", subraya Urías.
De hecho, no sé por que escribo nada, las imágenes del documental hablan por sí solas y lo único que se me ocurre es preguntarme: ¿cómo un juez puede ser tan miserable?, qué vergüenza, Espero que acabe pagando por todo el mal que ha hecho.
Hay una manera de ver el video en subtítulos en castellano, pero reconozco que yo no sé cómo, pero vaya, las imágenes hablan por sí solas.
Las imágenes y los testigos, sin embargo, demuestran lo contrario. En todo momento existió un cordón formado por voluntarios de la ANC y también con agentes de los Mossos que permitía la actuación y el paso tanto de la comitiva judicial como de los agentes de la Guardia Civil. El interrogatorio a Trapero y el contraste con las imágenes desmonta alguna de las acusaciones que se hacen, como los supuestos intentos de los manifestantes de intentar acceder a la sede del Departamento, un hecho que no se produjo en ningún momento, o que permanentemente no hubiera una pareja de agentes de la Guardia Civil en el exterior de la puerta de acceso al inmueble, como pone de manifiesto el documental. "No hay amenaza a los agentes que están en la Consejería y no se puede hablar de toma de rehenes (como hace Llarena)", subraya Urías.
De hecho, no sé por que escribo nada, las imágenes del documental hablan por sí solas y lo único que se me ocurre es preguntarme: ¿cómo un juez puede ser tan miserable?, qué vergüenza, Espero que acabe pagando por todo el mal que ha hecho.
Hay una manera de ver el video en subtítulos en castellano, pero reconozco que yo no sé cómo, pero vaya, las imágenes hablan por sí solas.
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