Con motivo de los 80 años del fusilamiento del President de la Generalitat Lluís Companys, el Gobierno quiso proyectar la figura del ex president, que lideró la ofrenda floral en el Fossar de la Pedrera de Montjuïc, por la mañana, y la colocación de un adoquín 'Stolpersteine' en la plaza Sant Jaume, por la tarde. "Las formas y las circunstancias son diferentes", admitió Aragonés, "pero la historia de represión y violencia del fascismo contra lo que representan las instituciones catalanas continúa", añadió, para justificar la colocación del adoquín, pues los nazis tuvieron mucho que ver en la detención y entrega a España del President Lluís Companys. 
 La historia del adoquín Stolpersteine, es emotiva y puedo verla cada día paseando por las calles de mi ciudad. Hablé hace dos años de Stolpersteine en este escrito: CENTINELAS CONTRA EL OLVIDO (2.2.18)


El lunes por la mañana cuando regresaba de caminar por la cosa esta de que se debe hacer ejercicio, al pasar por la calle Borràs, me llamó la atención este adoquín con una placa dorada que había en el suelo, con este nombre grabado: Marià Llonch Casanovas, asesinado el 31.8.1941 Gusen.
Me sorprendió, no había visto ninguno, así en el suelo, como para tropezar con ellos. En el periódico de ayer encontré la respuesta; Efectivamente la idea es esa, poner estos adoquines en el suelo ante casas de las víctimas del nazismo, tarea que el artista alemán Gunter Demnig lleva a cabo desde hace 25 años.
Gunter Demnig
Demnig comenzó su homenaje bajo la máxima "una persona sólo es olvidada cuando su nombre es olvidado", así que a las 'Stolpersteine' (que literlamente significa piedras para tropezar), graba el nombre del deportado, la fecha de nacimiento y la de fallecimiento, en el caso de que fuera asesinado por el régimen de Hitler. Sólo en Sabadell, el sábado instaló 23, una de ellas es la que teneis en la foto.
No es la primera vez que el artista alemán coloca adoquines en las calles catalanas -el 2015, el pueblo de Navàs fue pionero- pero ha sido la más extensa. Además de Sabadell, también se han colocado 'Stolpersteine' en Olesa de Montserrat, la Segarra, Granollers, Girona y los Guiamets (Priorat), el pueblo de Neus Català. La superviviente del campo de Ravensbrück, de 102 años, asistió con su familia al homenaje. "Es un honor poner una 'stolperstein' a Neus, porque hay pocas que se puedan colocar a personas que todavía están vivas". Su hija, Margarita Català, agradeció en nombre de su madre -todo un símbolo de la recuperación de la memoria histórica- el acto y aseguró que estas piedras contribuyen a que la historia no sea algo abstracta y lejana. "Son como centinelas -añadió- que impiden el olvido de todas aquellas violencias infringidas. La realidad actual de numerosos países de Europa, donde la xenofobia y la extrema derecha levantan la cabeza, nos muestra la gran necesidad de la memoria" . El museo de historia de la ciudad grabó este vídeo del acto.