Evaluar el trato a los trabajadores no es nada nuevo para las empresas que obtienen materiales de lugares con pobreza y represión. Pero en China estos problemas se ven agravados por el poder del estado, el tamaño de la economía y las tensiones con EEUU. En un momento en que la Covid 19 ha obligado a muchas compañías a considerar la reducción de sus cadenas de suministro chinas, las preocupaciones sobre el trabajo forzoso uigur "han puesto leña al fuego", dice un ejecutivo. En la Vanguardia hablan en este artículo sobre la producción en la China.
Este escrito es del 25.06.2014. He querido recuperarlo porqué seis años más tarde y lamentablemente sigue plenamente vigente. La noticia es que la explotación humana, la nueva esclavitud, no es noticia ni importa nada al consumidor occidental que quiere prendas baratas y actuales, para ir a la moda low cost, un low cost de un coste muy gravoso para quien fabrica esta ropa en condiciones infrahumanas.
Rebecca Gallagher, una mujer del sur de Gales, descubrió que la etiqueta de un vestido que compró en la cadena de tiendas de ropa Primark contenía un mensaje relacionado con la explotación laboral. En la etiqueta aparecía escrita en inglés la frase 'forced to work exhausting hours' ('obligado a trabajar hasta el agotamiento'). "Una oye todo tipo de historias sobre personas que trabajan en fábricas en el extranjero donde se les explota", dijo Rebecca al diario 'The South Wales Evening Post'. Al igual que otras tiendas de ropa, Primark han sido denunciada en el pasado por explotar a personas en países subdesarrollados.

La política de contratación de estos talleres no permite admitir a
mujeres mayores de veinticinco años, aunque esta regla se olvida si la
mujer en cuestión tiene hijos pequeños dispuestos a trabajar gratis.
Esta situación laboral hace que aumente el número de jóvenes que
terminan dejando las factorías para prostituirse, ya que afirman que "es mejor que trabajar en la fábrica".
La situación en China es especialmente desesperante para las víctimas de los abusos porque el Gobierno mantiene la ilegalidad de los sindicatos y las asociaciones de trabajadores. Luego están los barcos cargueros en aguas internacionales con cadenas de producción en su interior, trabajando 18 horas diarias de lunes a lunes a cambio de poca y mala comida y un catre para descansar algo.
La situación en China es especialmente desesperante para las víctimas de los abusos porque el Gobierno mantiene la ilegalidad de los sindicatos y las asociaciones de trabajadores. Luego están los barcos cargueros en aguas internacionales con cadenas de producción en su interior, trabajando 18 horas diarias de lunes a lunes a cambio de poca y mala comida y un catre para descansar algo.
Estos esclavos del siglo XXI, viven peor y tienen menos derechos que los esclavos antiguos, y en parte todo esto se produce por la indiferéncia y pasividad de los Gobiernos y también de los propios consumidores.
Este es el modelo soñado por el capitalismo más salvaje, ese que defienden sin paliativos los neoliberales: bajos salarios, inhumanas condiciones laborales, pocos derechos... Vamos, como al principio de la Revolución Industrial. Vamos camino de globalizar esto.
ResponderEliminarUn saludo.
Son los nuevos esclavos, o peor aún, quizás con menos derechos.
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