Kayed Hammad es uno de los testigos del sufrimiento que soportan los ciudadanos de Gaza. Hammad, es un traductor que reside en el barrio de Al Nasser de la Franja de Gaza, que "envidia a los muertos", ya que pueden por fin dejar de sufrir. Cada diez minutos de media un palestino muere, cada diez minutos un palestino logra descansar. Así ha relatado en una entrevista para TV3 la situación que se vive sobre el terreno. Desolación e incertidumbre es lo que predomina en las casas de los supervivientes que todavía logran mantenerse de pie. No es su caso, ya que la suya fue bombardeada y ha tenido que refugiarse en otra casa donde no tiene garantizada su estancia. "No tengo dónde quedarme, no me queda nada", se lamenta Hammad.
Hay muy poca diferencia entre estar vivo o muerto". El superviviente palestino, hablando históricamente del conflicto, relata el sufrimiento que ha vivido su pueblo desde el año 48 bajo la constante amenaza de Israel y, desde hace unos 17 años, comenta que el conflicto en la franja de Gaza se ha intensificado, cuestión que tilda de insoportable: “Utilizamos camiones frigoríficos para guardar los cadáveres y poder enterrarlos en un futuro. Todavía hay más de 1.200 personas bajo los escombros y el 50% son niños",
Al ser preguntado sobre el inminente ataque terrestre que plantea Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel: "Lo peor que puedes hacer es enfrentarse a alguien que nada tiene que perder. No me importa que entre Netanyahu, que venga. Me da igual morir por el misil de un avión o de un tanque, ya no queda nada que perder. Lucharemos como podamos hasta el final."
La mayor parte de la población ha estado obligada a una evacuación hacia el sur de Gaza, dejando atrás su vida y donde la situación que se vive es muy precaria. "No tengo agua corriente ni luz, tengo garrafas de agua no potable y con eso nos valemos", aseguró el traductor palestino. Además, los recursos alimenticios de que disponen son muy escasos. Sin embargo, Hammad comenta que "esta situación hace que se te quite la gana". "Únicamente he podido conseguir algún bizcocho y 2 o 3 latas de atún, comemos una vez al día", describe desolado.
Lo peor que puedes hacer es enfrentarse a alguien que no tiene nada que perder. No me importa que entren". La ayuda humanitaria se hace esperar ya que Israel está bloqueando el acceso a pesar de las llamadas de Naciones Unidas ante la gravedad de la situación de los civiles. "No ha entrado en el territorio ningún tipo de ayuda humanitaria. Ni una botella de agua ha entrado en Gaza. Es un teatro, sólo sirve para que la gente con doble nacionalidad que habita en la franja sean liberadas. La intención de Israel es quedar bien con el resto de países con los que comparten nacionalidad e intentar cubrir el bulto para que no sean testigos de lo que está pasando aquí realmente", ha concluido con contundencia. El vídeo está restringido a los menores, lo habrá de ver en Youtube La restricción a los menores para ver este vídeo es parte de ese puritanismo hipócrita que nos invade.
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