BLOG DE FRANCESC PUIGCARBÓ - ÚLTIMOS ESCRITOS

LA PAMPLINA DE LA CORRECCIÓN POLÍTICA

Ya he hablado en más de una ocasión de la tontería de lo políticamente correcto, o de la corrección política como escribe Susana Quadrado. Y es que todo lo que no esté ahora dentro de lo políticamente correcto es tachado de reaccionario. Nos lo recordó José Luis Martín en una charla con los suscriptores de la Vanguardia y, aunque en su caso se refería al humor, sus reflexiones nos valen para otros muchísimos ámbitos profesionales. Dice el dibujante e historietista, autor de la viñeta Apuntes del Natural en La Vanguardia, que él era mucho más libre en los ochenta que ahora. Y tiene más razón que un santo. “¡Si solo es un dibujo!”, se suele lamentar Martín, mientras reconoce que lo que provoca esta situación es que se active una autocensura que no debería. Una pamplina. 
Hay un regreso a la intolerancia. Y lo más sorprendente, añade este artista, es que esta nueva, digamos, “inquisición” viene de una parte de la izquierda que ha identificado, en su caldo de cultivo de la incorrección política, varios asuntos tabú. Léase feminismo, inmigración, clima y un largo etcétera. 
He traído a José Luis Martín a este artículo a propósito de una entrevista a la consellera de Educació de la Generalitat de Catalu­nya que también publicó este diario el domingo. No es que Anna Simó tenga nada que ver con el humor gráfico. Sin embargo, lo que dejó sugerido Simó sí entronca con esa autocensura de la que hablaba Martín. Veamos. 
Preguntada por el motivo de los malos resultados en competencias básicas de los alumnos catalanes y que se arrastran desde el 2016, la consellera apuntó a la “complejidad cultural y social” de Catalunya, algo que vinculó con la matrícula viva, que permite acoger a escolares de otros territorios o países que se incorporan al sistema con el curso empezado. A Anna Simó se le entendió todo. Pero fue señalar la inmigración, aun con eufemismos, para enseguida temer que la situaran fuera de la corrección política. A la vista están las piruetas verbales que dio y las matizaciones posteriores. Aun así, bravo. 
Por primera vez, una responsable de Educació decía las cosas por su nombre. La realidad en las aulas es la que es. Hay que actuar, poner recursos y mucha atención, y eso está en las antípodas de lo reaccionario, incluso para la izquierda.
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2 comentarios:

  1. No sé si es una caja de Pandora esto de lo políticamente correcto, un saco sin fondo, una vía de oportunismos o una simpleza, y no solo para expresarse con dibujos o textos, que pueden llevar a considerar autocensurarse. Para los mayores la sombra de la dictadura sigue pesando al valorar cómo decir las cosas por escrito. Pero los tiempos modernos llevan a muchos a utilizar cualquier cosa para justificarse ellos, por ejemplo. El otro día presencié cómo un ciudadano llamaba la atención a una señora con perrito para que se portara cívicamente y la señora le contestó que llamaba a la policía porque le estaba acosando el otro. No llegó a más, pero un ejemplo de cómo está interpretando cierta gente ciertas cosas.

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  2. Sucede que uno mismo se autocensura. Releo escritos de hace diez o doce años y me doy cuenta de que ahora los escribiría de otra manera. Tiene eso su parte positiva, se debe afinar más el lenguaje como en los tiempos de la censura franquista. Pero también es cierto que condiciona mucho la opinión, el caso de Jenni Hermoso es un claro ejemplo, y uno no escribe o dice lo que piensa sino lo que se supone que debe decir para ser políticamente correcto.

    Saiudos.

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