ISRAEL Y NOSOTROS



La guerra en el Levante vuelve a agudizar un debate en Catalunya que nos explica más a nosotros que el conflicto. Creo que es importante. Ya que no se puede mantener una posición de equidistancia, si es bueno escuchar diferentes opiniones de uno y otro bando, dado que hay demasiadas luces y sombras a ambos lados. Tenemos casi todos un enorme grado de desconocimiento de este enquistado conflicto. Voy a exponer un par de ejemplos: el Mossad no puede evitar un acto como este del sábado, a menos que sus servicios de espionaje en Irak lo detectaran, la responsabilidad de la seguridad de Israel corresponde a Amman.  El segundo: La autoridad nacional palestina, ya no controla el territorio en Gaza, retirado en Cisjordania cada vez pierde más peso en su control, por lo que Israel no puede aplicar los acuerdos de paz a los que en principio está obligado. Una visión diferente la da Andreu Barnils en VilaWeb. Tan legítima como razonada, vale la pena leerlo.

"El sábado Hamás asesinó por sorpresa a población civil israelí enviando escuadrones y cohetes a territorio israelí. La reacción militar de Israel ya ha comenzado. Mientras, en nuestro país, volvieron a pasar cuatro fenómenos que siempre ocurren en torno a la guerra entre Israel y Palestina: Ayer, en nuestro país, volvimos a vivir un capítulo más del libro La Guerra en Israel y los catalanes.

Primero, ocurrió lo que explica como nadie Anna Pazos, autora del nunca bastante recomendado “Matar el nervio”, periodista que vivió en Israel. “Este es un conflicto que la gente utiliza en sus países para ubicarse políticamente, sociopolíticamente, en su país. Lo que yo piense de Israel y Palestina, me ubica en Barcelona”. Y efectivamente, ayer Twitter iba lleno de gente que se situaba respecto a otros catalanes utilizando el conflicto de excusa. Gente que juzgaba, insultaba o elogiaba a otros catalanes con la excusa de Israel y Palestina.

Segundo, y como nunca en la vida, el sábado a todos nos volvió a pasar que nos es más fácil criticar al bando rival que defender el propio. A mí, partidario del estado de Israel, de su existencia y pervivencia, me resultaría mucho más fácil hacer ahora una lista de los errores y de los horrores de Hamás, y de su alianza con Irán, y de la situación de las mujeres, y de los gays en su mundo, y de la existencia de la mafia interna y de la relación de los muertos de ayer con los acuerdos entre Israel y Marruecos, Bahréin y los Emiratos Árabes, y con el de 'Arabia Saudita ya en camino. En cambio, ponerme yo ahora a defender a Netanyahu, su gobierno de ultraderecha y sus políticas ya no me resulta tan fácil, por no decir imposible. En el lado contrario que es honesta y sincera, ocurre exactamente eso mismo: les resulta mucho más fácil resaltar y señalar la ocupación israelí, los abusos, las muertes y la injusticia causados por el ejército que no defender a Hamás, Irán y las políticas teocráticas que les acompañan. Por no decir imposible. Defender la libertad de Palestina y el derecho de Israel a existir es fácil. El problema que tenemos, ambos lados, es que la relación entre estado israelí y gobierno de Netanyahu, y la libertad de Palestina y la teocracia de Irán, hoy van mucho más ligadas de lo que queremos aceptar.

Tercero, el segundo punto a mí no me sirve para encontrar una posición hipócrita, falsa, de querer quedar bien con todo el mundo, tipo "no me sitúo en ninguno de los dos bandos". Ni gobierno de ultraderecha israelí, ni teocracia iraní. Pues yo sí, que tengo bando. Por razones personales, de familia política, ideológicas, azarosas, o vete a saber qué, soy de la banda israelí. Y punto. Y no caeré en la demagogia de no ver que en el otro lado hay gente que, con todo el derecho, no defiende ninguna teocracia, sino la libertad de Palestina. A mí, me ocurre igual: no defiendo ningún gobierno de ultraderecha, sino el estado de Israel. Y el reconocimiento de los derechos del bando rival se vive siempre en un silencio tapado por el ruido.

Cuarto: Hacemos, todos juntos, mucha trampa cuando nos echamos a la cabeza la acusación de matar a población civil. Hamás mata a población civil. Y ayer lo vimos horrorizados. Cierto. Ocurre que Israel también mata población civil. Y hace años que lo hace. No solo eso. En las guerras de todas partes del mundo, familia, no mueren soldados. Muere población civil. Y los datos de Naciones Unidas del año 2022 hacen alucinar: El 90% de los muertos de las guerras son… población civil. Es decir, vivimos en la falacia que tenemos ejércitos que nos hacen el trabajo de morir por nosotros. No, no. Los soldados no mueren por nosotros. Somos nosotros que morimos.

Este artículo, evidentemente, no pretende convencer a nadie. En este tema, más que en otro, es absolutamente imposible. Este artículo solo tiene una tesis: el conflicto de Levante, en Cataluña, nos sirve básicamente para situarnos entre nosotros, para autoengañarnos, justificarnos y vivir en la falacia. Y hablando de ello no hacemos nada más, o poco más, que mantener esperanzas, traumas, miedo y deseos personales. Como no nos ocurre con ningún otro conflicto del mundo"

Publicar un comentario

0 Comentarios

Ad Code

más...
CRÒNICAS DE GAZA - THE ELECTRONIC INTIFADA