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BLOG DE FRANCESC PUIGCARBÓ - ÚLTIMOS ESCRITOS...

UN MINUTO DE LUCIDEZ

Cada vez estoy más convencido de que esta sociedad decadente y acomodaticia, que poco a poco se ha ido creando hasta llegar al estado de dejadez y abandono en que estamos inmersos, no tiene salida y se ha instalado ya en un nihilismo absoluto, que hace que no crea en nada ni sea capaz de luchar por nada. Nos dejamos pisar y esquilmar por el Estado, Ayuntamientos, Bancos, Empresas, monopolios todos ellos, como compañías de luz, agua, gas o teléfono, que nos las meten doblada a diestro y siniestro con la total impunidad de saber que insensibles no nos quejaremos, o que si lo hacemos será con la boca pequeña. Ya no se lucha por nada. Saben que nos pueden facturar lo que les da la gana, cobrar las comisiones o los impuestos que les rote, que nosotros pagaremos (si podemos) y como mucho nos limitaremos a mascullar algún improperio como corderos pasivos, que es en lo que nos hemos transformado.

Aquí nadie mueve un dedo, nadie es capaz de hacer frente, de plantarse y decir basta, hasta aquí hemos llegado. Los mayores recordarán la que se organizaba si subían de 10 cts de peseta el autobús, o como si de una peseta subía la gasolina, o incluso todavía más atrás si subía el pan, y todo esto en plena dictadura. Ahora, para empezar mucha gente ni siquiera sabe a qué precio paga la gasolina y nadie se queja (bien, quejarse si!), Digamos que nadie se amotina ni sale masivamente a la calle para protestar contra estos esquilmadores de bolsillos, de una enorme voracidad recaudatoria como es el Estado, Administraciones locales, bancos o monopolios Estatales falsamente privatizados. Y quizás ya sería hora de darse cuenta de que así no podemos seguir y algo tendría que empezar a hacerse  y a movilizarse el personal para empezar a reivindicar nuestros derechos, qué suficiente cumplimos nosotros con los deberes. Por mucho menos, como el envío de reservistas a Ceuta y Melilla, se organizó un buen pitote durante la Semana Trágica, que en el fondo fue el detonante de una situación largamente larvada y podrida en los últimos años. No hay que llegar a aquellos extremos, ni poner en marcha "un día de furia" como Michael Douglas, pero sí que quizás nos tendríamos que empezar a arremangar para poner las cosas en su sitio, porque si no, puede ocurrir que esta sociedad largamente callada y sometida, insensible, aún a regañadientes, explote de golpe, a lo mejor por una menudez cualquiera, que sería la gota que rebosaría el  vaso de la paciencia, con el descontrol de la situación que esto conlleva, y es cuando unos y otros acabaremos mal. O que son si no los 800 mil votos que se ha llevado Alvise Pérez en las elecciones de ayer. Pienso a menudo en el final de 1984, cuando Winston se rinde, abandona la lucha y mientras le caen lágrimas perfumadas de ginebra, dice que ama al Gran Hermano.

Lo decía Cioran: "Esos transeúntes idiotizados... - ¿Pero cómo hemos podido caer tan bajo? ¿Y cómo imaginar un espectáculo así en la Antigüedad, en Atenas, por ejemplo? Basta un minuto de lucidez aguda en medio de esos condenados para que todas las ilusiones se derrumben".

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